El número de festejos taurinos se ha reducido en torno a un 40% desde 2007, con la consecuente contracción de la demanda de ganado bravo, lo que ha agudizado la situación de crisis de los ganaderos.
Los llamados ganaderos "toristas" apoyarn la diversidad de encastes "contra la estandarización del toro".
Se ha incrementado los gastos en la producción del toro en más de un 38 por ciento.
A través de un Real Decreto establece los requisitos sanitarios que deben reunir las explotaciones de reses de lidia para su calificación frente a determinadas enfermedades.
Después de apurar varios frentes de negociación, los organizadores no han podido reunir los 300.000 euros necesarios para completar el presupuesto.
La Ministra de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino ha recordado que son en este festejo la Comunidad Autónoma de Castilla y León y el Ayuntamiento de Tordesillas, los que son competentes.