Las altas existencias mundiales reducirán la rentabilidad del algodón "made in Spain" este año, un cultivo que encara su recolección desde finales de septiembre en España y del que dependen 800.000 jornales en 140 pueblos.
El presidente de la Agrupación española de Desmotadoras (AEDA) [1], Manuel Vilchez, remarca que se han sembrado 67.500 hectáreas, 2.000 más que el año anterior, principalmente en el Bajo Guadalquivir andaluz, si bien hay algunas siembras en Murcia y Extremadura.
La recolección se inicia a finales de septiembre -entre el 20 y el 25 de septiembre se recibirá el primer algodón en las desmotadoras-, se generaliza en octubre y se prolonga durante noviembre, según el responsable de esta patronal, que aglutina a un sector empresarial que factura 130 millones anuales.
Si el clima acompaña, anticipa rendimientos de 2.700 kilos por hectárea, lo que dejaría la cosecha en 182.000-190.000 toneladas.
Intermediarios internacionales comprarán la fibra de algodón que venderán después a grandes multinacionales textiles con centros fabriles en China -responsable del 70 % de las importaciones mundiales-, Pakistán, Marruecos, Turquía o Portugal, entre otros.
Según las estimaciones del Comité Consultivo Internacional del Algodón (ICAC) [2], la producción mundial alcanzará en la campaña 2012-2013 unas 24,9 millones de toneladas, un 8 % menos, por la reducción de siembras motivada por la menor rentabilidad tras la caída de precios durante la 2011-2012 frente a otros cultivos.
Estima que a finales de julio de 2013 los stocks mundiales podrían representar el 64 % del consumo, la mayor cifra desde mediados de la década de los 80, lo que "pesará" sobre la formación de precios ya durante este ejercicio 2012-2013, según el ICAC.
Y después de una subida del 20 % del comercio internacional en 2011-2012, con 9,2 millones de toneladas, el volumen podría caer un 18 % en la 2012-2013 hasta 7,6 millones de toneladas.
Desde las cooperativas andaluzas adheridas a Faeca, Jesús Valencia afirma que "si no hay sobresaltos" meteorológicos se producirán entre 15 y 20 millones de kilos más esta campaña, mientras que la desmotadora Coalsa -participada por seis cooperativas andaluzas y 2.500 agricultores- procesará 50 millones de kilos de algodón bruto.
El responsable de algodón de Asaja-Sevilla, Emilio Gutiérrez, augura una producción similar al ejercicio pasado -de 175.000 y 180.000 toneladas-, pero el productor cobrará algo menos porque los precios mundiales de la fibra han caído un 15 %.
También se reducirán las subvenciones al cultivo, un 4 ó 4,5 % respecto a la última campaña, al aumentar la superficie.
Desde COAG, José Antonio García puntualiza que Sevilla, con 44.500 hectáreas y Cádiz (13.550 ha) concentran la mayor superficie de siembras, que a nivel nacional alcanza 69.374 ha (+ 4 %).
Sobre la producción, la estima en 186.000 toneladas y, respecto a los precios, recuerda que el año pasado se pagaron al agricultor 0,50 ó 0,52 euros/kg por el algodón bruto, pero que actualmente han caído en el mercado de futuros de Nueva York, lo que reduciría su valor hasta 0,45 euros/kg si se comercializara ahora mismo.
Según el responsable sectorial de UPA-Andalucía y miembro del Comité Consultivo de Algodón en Bruselas, Javier Fernández, se obtendrán 2.700-3.000 kilos/ha -lo que dejaría la producción en 190.000 t o incluso más-, siempre que el tiempo acompañe, puesto que un septiembre lluvioso daría al traste con estas expectativas.
Se trata de una campaña tardía, en la que el 15 % de la superficie ha tenido que replantarse para alcanzar la densidad de 100.000 plantas por hectárea que marca la norma para optar a las ayudas.
En cuanto a los precios, subraya la caída actual, pero cree que en el próximo ejercicio podría producirse una nueva escalada porque caerán las siembras mundiales -en beneficio de cultivos alternativos rentables como maíz, soja o girasol- y se reducirán los stocks.
Entre los puntos débiles para el cultivo, denuncia "el oligopolio" de las desmotadoras que lastra los precios en el campo y que Bruselas ha prohibido el único defoliante capaz de abrir las cápsulas del algodón antes de cosechar -el tidiazurón-.
Critica además que Europa prohíba usar variedades mejoradas genéticamente -más productivas y sostenibles, argumenta- frente a potencias que las promocionan como EEUU, China, India o Brasil.
Sobre los ingresos para el algodonero, suman 1.200 euros/ha por las ventas que, sumadas las ayudas públicas -acopladas, agroambientales y a la calidad-, alcanzan los 2.767 euros/ha.
Pero la cifra queda muy mermada -hasta 767 euros/ha- por la imparable subida del coste de gasóleo o fertilizantes, concluye.