El director general de la Organización Mundial de la Sanidad Animal (OIE), Bernard Vallat, ha abogado por crear un ministerio responsable de Sanidad Animal y un mando único para controlar el contagio de enfermedades de transmisión animal a humanos como el ébola, la gripe aviar o la lengua azul. Vallat hizo estas consideraciones el pasado sábado durante la clausura del I Congreso Andaluz de Salud Pública Veterinaria que reunió en Granada a 200 veterinarios.
Durante su intervención destacó que el 60 % de las enfermedades humanas tienen como origen un patógeno de fuente animal y el 75 % de las enfermedades emergentes tienen un origen animal.
Con estos datos argumentó que muchos problemas de salud pública podrían ser prevenidos o controlados a través de acciones apropiadas conducidas por veterinarios.
Recordó además que en Andalucía hay actualmente un censo ganadero de cerca de 6 millones de cabezas entre porcino, ovino, bovino y caprino destinados a consumo humano y las enfermedades provocan cada año pérdidas económicas del 20 % en las explotaciones ganaderas.
En este sentido, Vallat señaló que cumplir con las normas de la OIE sobre la calidad de los servicios veterinarios "resulta esencial para proteger la sanidad animal y la salud pública, conseguir resultados en términos de seguridad e inocuidad de los alimentos y aprovechar las oportunidades económicas del comercio internacional".
En la clausura intervino además el catedrático de Sanidad Animal de la Universidad de Córdoba y presidente del comité científico del Congreso, Antonio Arenas, quien alertó del peligro para Andalucía de las enfermedades emergentes y reemergentes como la lengua azul en Francia, y "de la que se desconocen los factores de su reaparición".
El presidente del Consejo Andaluz de Colegios Oficiales de Veterinarios (CACV), Fidel Astudillo, destacó la preocupación de este colectivo por potenciar la formación y competencia veterinaria en el ámbito de la Salud Pública.
Impulsado por el Consejo Andaluz de Colegios Oficiales de Veterinarios, con el apoyo de las consejerías de Salud y de Agricultura, el congreso abordó durante dos días la coordinación entre los distintos organismos responsables de la regulación, control y vigilancia de la cadena alimentaria.
El encuentro sirvió además para analizar los alérgenos y sus intolerancias, las enfermedades de transmisión animal o la certificación de los organismos de inspección, entre otros asuntos.