La tierra de Montilla-Moriles imprime en sus vinos aromas continentales, a tomillo, romero y monte bajo. Jóvenes, finos, amontillados, olorosos, palo cortado, Pedro Ximenez y moscatel, se han erigido a lo largo de los años los mejores embajadores de esta tierra andaluza.
La Ruta de Montilla-Moriles transcurre por un paisaje de vides, olivos y cereales, trilogía de la cultura mediterránea. Nueve son los municipios de esta ruta: Aguilar de la Frontera, Córdoba, Fernán Núñez, Lucena, Montemayor, Moriles, Puente Genil, La Rambla y Montilla. El vino ha representado para la cultura y la tradición de esta tierra un sello de identidad y un elemento económico de singular importancia, que define y diferencia esta comarca de otras zonas agrícolas de este territorio.