Agricultores españoles, suecos y tailandeses han
entregado en Bruselas a la comisaria de Sanidad, Androulla Vassiliou,
una petición firmada por 180.000 ciudadanos contra el arroz
genéticamente modificado elaborado por la farmacéutica alemana Bayer.
"Si
la Comisión autoriza la importación del arroz de Bayer y otros cultivos
modificados, el alimento básico mundial más importante estará en
peligro", ha recalcado el responsable de agricultura de Greenpeace,
Marco Contiero.
Según la
organización ecologista, los cultivos de organismos genéticamente
modificados (OGM) son "experimentales, costosos y peligrosos para el
medioambiente".
Los
agricultores desplazados a Bruselas han explicado a la comisaria los
efectos destructivos de la contaminación generada por los OGM y
enfatizan, por el contrario, sus exitosas experiencias gracias a la
"agricultura natural".
Es
el caso de Eduardo Campayo, un agricultor albaceteño que advierte de
que el maíz ecológico "podría desaparecer" por culpa de los
transgénicos y alega que su parcela ha sido contaminada por restos de
OGM.
Según ha explicado,
el polen viaja más de lo que calculan los estudios del Ministerio de
agricultura español, y contamina mucho más a menudo de lo estimado.
"El maizal más cercano a mis tierras está a 500 metros y, sin embargo, mi cosecha ha sido contaminada", ha asegurado.
La
UE puso fin en 2004 a su moratoria contra la autorización de nuevos
transgénicos, pero desde entonces todos los expedientes de OGM son
aprobados por Bruselas tras una tramitación lenta, porque entre los
países comunitarios no hay acuerdo sobre esta tecnología.
Greenpeace
ha pedido una vez más a la Comisión que proteja "los alimentos y las
granjas", mediante el rechazo de la autorización solicitada para varios
OGM: el arroz modificado de Bayer, la patata transgénica de Basf y el
maíz MON810 de Monsanto.