El director gerente de la Asociación Nacional de
Exportadores e Industriales de Aceituna de Mesa (Asemesa), Antonio de
Mora, ha atribuido la caída de las ventas de aceituna de mesa al
excedente de producción y a las dificultades de financiación de las
empresas envasadoras.
Según
ha informado la asociación en un comunicado, De Mora ha explicado que
el alargamiento de los plazos de pago por parte de la gran distribución
ha dejado a las empresas productoras de aceituna de mesa "totalmente
asfixiadas y con muy poca capacidad de maniobra", una circunstancia que
ha reducido a la mitad la capacidad de compra de la industria.
De
Mora ha indicado que, a pesar de que se había firmado un acuerdo con la
Junta de Andalucía para solucionar esta cuestión, aún no se han cerrado
"medidas concretas" de financiación y ha criticado que, de no
formalizarse pronto estas ayudas, "no servirán para nada", ya que "la
campaña está muy avanzada".
Asemesa
se ha hecho eco de los datos de la Agencia del Aceite de Oliva (AAO),
que estiman que el excedente de producto ascendía a 350.000 toneladas a
31 de agosto y que a esta cifra debe añadírsele el aforo provisional de
producción de esta campaña, que llegará a las 496.000 toneladas.
Ha
recordado que el consumo de aceituna de mesa se ha reducido un 6 por
ciento en el último año, que las necesidades de comercialización
ascienden a 450.000 toneladas y que la disponibilidad bruta estimada es
de 846.000 toneladas, por lo que resulta "evidente" que existe mucha
más aceituna de la que se necesita.
De
Mora ha detallado que la fijación de los precios en este sector las
establece el mercado a través de la oferta y la demanda y que es
"rotundamente falso" que exista un pacto o especulación en la fijación
de precios, al tiempo que ha asegurado que el precio es el que
"establece la distribución libremente".
El
director gerente de Asemesa ha negado que las importaciones roben cuota
de mercado a los productores españoles, ya que apenas suponen un 0,5
por ciento de las compras, y también ha asegurado que no se está
produciendo una deslocalización de la industria a países emergentes,
sino que sólo dos o tres envasadoras de las más de 200 existentes, han
instalado fábricas en Argentina y Chile.
Por
último, ha precisado que una "parte importante" de la superficie
dedicada al olivar de verdeo tiene una baja productividad, debido a que
se recoge manualmente, y ha abogado por que "la recolección mecanizada
tome protagonismo".