Así lo recoge el documento que la consejera de Agricultura y Pesca, Clara Aguilera ha presentado al Consejo de Gobierno de la Junta.
Andalucía reclamará a Bruselas una atención especial a la flota artesanal ante la re-forma de la Política Pesquera Común (PPC) a partir de 2013. Así lo recoge el documento que la consejera de Agricultura y Pesca, Clara Aguilera, tras consensuarlo con el sector, ha presentado al Consejo de Gobierno de la Junta sobre la posición que la comunidad autónoma mantendrá frente a la Comisión Europea. Una postura que se fundamenta en la compatibilidad de la lucha por la preservación de los caladeros con la actividad de la flota de bajura, ajena a los desequilibrios provocados por la pesca industrial, y que queda completada por la petición expresa de una apuesta clara por la acuicultura, la diversificación socioeconómica de las zonas dependientes de la pesca y la continuidad de los planes de gestión de las distintas pesquerías.
Todos estos aspectos han sido abordados, además, en las jornadas técnicas orga-nizadas en el marco de la III Feria Andaluza del Mar (FAMAR), donde la Consejería y la Federación Andaluza de Cofradías de Pescadores (FACOPE) han destacado que hay que apostar por la diferenciación y la trazabilidad de los productos de la pesca costera artesanal como valor añadido frente a los provenientes del exterior. Un punto en el que cobran fuerza no sólo las marcas de calidad y el papel de la lonja como mercado de primera venta, sino también la reivindicación de intervenciones dirigidas a la regeneración de los caladeros, ya sea a través de la declaración de zonas de protección pesquera, la instalación de elementos de conservación o el refuerzo de los controles de inspección para evitar las prácticas ilegales.
Tampoco se ha dejado de lado en el diálogo entre el departamento que dirige Clara Aguilera y los agentes sociales del mar la dimensión exterior del sector, un capítulo en el que, desde Andalucía, se aboga por el mantenimiento, la renovación y la estabilidad de los acuerdos pesqueros bilaterales que la Unión Europea (UE) tiene suscritos con países como Marruecos, Mauritania, Guinea-Bissau, Guinea-Conakry o Costa de Marfil, entre otros. Pero estos tratados, tal y como establece el documento que resume el posicionamiento de la comunidad autónoma, deben venir acompañados de la eliminación de las restricciones derivadas de cláusulas de exclusividad que limitan las posibilidades de capturas en terceros países.
La innovación en la acuicultura, otra prioridad
La I+D+i, por su parte, es el principal reto que se marca la Consejería
de Agricultura y Pesca, sobre todo, en materia acuícola. La
implantación de procesos productivos innovadores y el desarrollo
tecnológico, sin olvidar el fortalecimiento del tejido empresarial,
debe ser la línea a seguir por la Política Pesquera Común (PPC), según
la propuesta acordada por la Administración autonómica y el sector,
para alcanzar el objetivo de afianzar una producción diferenciada en el
mercado por su calidad y grado de tecnificación. Todo ello, unido a la
necesidad de una mayor diversificación de especies para la
consolidación de las estructuras acuícolas, cuyo logro descansa en la
concesión de ayudas a los proyectos de cultivo en sus distintas fases
de desarrollo.
La diversificación, clave para el futuro
De igual modo, FAMAR ha servido como foro para un llamamiento a la máxima implicación del sector en los siete Grupos de Desarrollo Pesquero constituidos en las últimas fechas, en la medida en que se entiende esta figura, que gestionará un presupuesto global de 24 millones de euros procedentes del Fondo Europeo de la Pesca (FEP) 2007-2013, como clave para la imprescindible diversificación de la actividad extractiva. La puesta en valor del patrimonio cultural pesquero de la región por medio de la creación de rutas turístico-pesqueras, centros de interpretación, exposiciones de imágenes y documentos históricos y la potenciación de la gastronomía marinera emergen, en esta dirección, como algunas de las múltiples alternativas que pueden proporcionar fuentes de riqueza complementarias a la economía de las zonas dependientes de la pesca.