Su precio se incrementa al término del verano porque los mataderos apenas reciben ejemplares para su sacrificio.
Las organizaciones agrarias y las
cooperativas agroalimentarias han explicado que entre las
razones de la subida del 2 por ciento del precio de la carne de
ovino en agosto, conocido el dato del IPC, figura la escasez de
sacrificios debido al ciclo productivo y la reducción de los censos.
El director de los Servicios Técnicos de la Asociación Agraria
Jóvenes Agricultores (Asaja), José Carlos Caballero, ha asegurado
que el comportamiento del precio del cordero es "habitual" en esta
época porque responde a la evolución de sus ciclos de producción.
Según ha detallado Caballero, su precio se incrementa al término
del verano porque los mataderos apenas reciben ejemplares para su
sacrificio, una situación que cambiará con la llegada del otoño,
cuando la abundancia de oferta impulsará, previsiblemente, los
precios a la baja.
El responsable sindical de ovino y caprino de la Coordinadora de
Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG), Vicente Carrión,
ha planteado que la subida del precio en agosto se debe a la escasez
de producción en todas las explotaciones ganaderas, acentuada por
una escasa demanda, situada en los 2,6 kilogramos per cápita al año.
Carrión ha apuntado que el descenso del consumo respecto a los 10
kilogramos per cápita al año registrados hace un lustro se debe al
efecto que sobre el consumidor ha tenido la entrada de producto
congelado de Nueva Zelanda y Chile, y del vivo procedente de países
del Este, "que al contar con más de tres meses de vida, provoca el
rechazo por parte del cliente por su fuerte sabor".
Fuentes de los servicios técnicos de La Unión de Pequeños
Agricultores y Ganaderos (UPA) han resaltado que la subida de los
precios al consumo del cordero es consecuencia de la caída de los
sacrificios y la reducción de los censos, que a su vez se ha
producido por la pérdida de rentabilidad de las explotaciones.
Desde la organización han insistido en señalar que los precios
que percibe el agricultor están muy por debajo de los que paga el
consumidor.