El secretario general de la Unión de Pequeños
Agricultores de Andalucía (UPA-A), Agustín Rodríguez, ha pedido que
quien no cumpla la norma en cuanto al etiquetado de los aceites sea
sancionado, y sobre todo que no haya "ambigüedades" porque se hace daño a
todo el sector.
Así lo ha manifestado Rodríguez, tras conocer
unas declaraciones de la consejera andaluza de Salud, María Jesús
Montero, en las que admitía que "la mayoría" de las aceiteras
inspeccionadas por la Junta de Andalucía por posible fraude en la venta
de aceite de oliva virgen extra "han podido demostrar que el producto
que envasaron se correspondía con el etiquetado".
El dirigente
de UPA ha recordado que su organización agraria ya puso en marcha un
plan para que no se produjeran situaciones de este tipo, al utilizarse
en ciertos establecimiento el aceite de oliva como reclamo,
especialmente en una situación de bajos precios.
Lo
fundamental para Agustín Rodríguez es que "quien no cumpla reciba las
sanciones oportunas, ya que está produciendo un daño a la imagen, a la
calidad del producto y al resto del sector".
Por su parte, el
jefe de los Servicios Técnicos de ASAJA-Jaén, Cristóbal Gallego, ha
señalado que para evitar hechos de este tipo han
solicitado una modificación al real decreto sobre calidad alimentaria,
para que se realicen controles de calidad, tanto químicos como
organolépticos, a los aceites vírgenes en las envasadoras.
Con
ello sería el distribuidor el que se hace responsable del producto que
vende y de como lo trata, ya que el aceite pierde sus características
con el calor y al ser expuesto a la luz, además de tener una fecha de
caducidad.
Asimismo, Gallego ha pedido que, una vez que se
finalicen los expedientes, si se demuestra que no hubo ningún fraude, se
pidan responsabilidades a quien filtró la noticia de unas
investigaciones que tenían que ser internas.