Con motivo del quinto aniversario de la inauguración de la fábrica de Heineken, los responsables de la empresa han presentado el plan de sostenibilidad de 2012 en la factoría hispalense con el lema "brindando un futuro mejor"
La cervecera Heineken España ha dado un impulso a la sostenibilidad en 2012 al aplicarla en toda la cadena de valor, con lo que ha conseguido reducir el consumo de agua en un 5,3 %, el de energía eléctrica en un 4,6 %, el de térmica en un 8,8 % y las emisiones de CO2 en un 8,1 %.
Con motivo del quinto aniversario de la inauguración de la fábrica de Heineken -propietaria de la marca Cruzcampo- en Sevilla, la fábrica más moderna de la compañía en Europa occidental, los responsables de la empresa han presentado el plan de sostenibilidad de 2012 en la factoría hispalense con el lema "brindando un futuro mejor".
El presidente ejecutivo de Heineken España, Richard Weissend, ha destacado que integrar la sostenibilidad de forma transversal en toda la cadena de valor es una de las premisas de esta empresa cervecera y ha señalado que, aunque se han conseguido los objetivos marcados para 2012 en reducción de agua y energía, entre otros, siguen apostando por mejorar los procesos.
A través de un recorrido por la factoría, los distintos responsables de las diversas áreas de negocio han ido explicando, en una visita con los medios de comunicación, el impacto del compromiso sostenible de la empresa en la cadena de valor y, entre otros logros, ha permitido que Heineken tenga uno de los ratios más bajos de consumo de agua en toda la UE.
Además de las mejoras en la reducción de agua y de energía, Heineken España está comprometida con la economía local, de forma que el 92 % de sus proveedores son españoles, y cuenta con un proveedor principal como es Intermalta, que compra cebada cervecera a agricultores andaluces y extremeños.
Actualmente, tiene contratos con agricultores y cooperativas para que le suministren la cebada cervecera que abarcan unas 20.000 hectáreas, aunque prevé duplicarla en dos años para contar con toda la necesaria para la producción de toda la cerveza que fabrica Heineken en España.
En su apuesta por la sostenibilidad midió hace dos años su huella de carbono para analizar el impacto en cada fase del ciclo y se quedó establecido en 55,5 kilos de CO2 equivalente por hectolitro, lo que le servirá de base para aplicar procesos de mejora en las distintas fases de la cadena de valor.
El envasado y el embalaje es el proceso con más peso en la huella de carbono, del 34 %, si bien la cervecera ha puesto en marcha medidas como reducir un 10 % el peso de los envases e ir eliminando el plástico y sustituirlo por cartón reciclado.
El transporte también es otro elemento de la cadena de producción involucrado en el plan de sostenibilidad y se proponen reducir un veinte por ciento las emisiones de CO2 en el año 2020.
Igualmente, el enfriamiento también se beneficia de los procesos de mejora con maquinaria de mayor eficiencia energética con ahorros que pueden llegar al setenta por ciento.
La responsabilidad social corporativa, a través de acciones de formación y de medidas de conciliación, es otro pilar básico de su plan de sostenibilidad, hasta el punto de que, según sus encuestas, más del 90 % de los empleados se siente orgulloso de trabajar en Heineken España.
La promoción de campañas para el consumo responsable de cerveza, la profesionalización del sector de la hostelería a través de su escuela Gambrinus y de otras iniciativas formativas y la Fundación Cruzcampo completan el capítulo de la sostenibilidad de la cervecera.
La fábrica de Heineken en Sevilla tiene una capacidad productiva de 450 millones de litros anuales, equivalente a 2.000 millones de cañas de cerveza al año- y fabrican las marcas Cruzcampo, Heineken, Amstel y Gama Sin.
