El hecho de que la primavera fuera corta de agua y que en julio se hayan registrado unas temperaturas tan elevadas motivó que a mitad de ese mes los alcornoques se resintieran y comenzaran a cerrarse
La campaña del corcho del 2015 en Andalucía ha concluido con un descenso en la producción ya que, por contra de 2013 y 2014, cuando se sacó el 100 % de las toneladas previstas, en esta ocasión el 30 % se ha quedado en el árbol debido a la adversa meteorología de la primavera y el verano.
El responsable del sector del corcho de COAG-Andalucía, Javier Benítez, ha dicho que las previsiones iniciales eran "de mucho corto, de más cantidad que en años anteriores, porque las condiciones eran buenas y la campaña estaba transcurriendo bien". Sin embargo, el hecho de que la primavera fuera corta de agua y que en julio se hayan registrado unas temperaturas tan elevadas motivó que a mitad de ese mes "los alcornoques se resintieran y comenzaran a cerrarse y han sido muchas las fincas que se han quedado sin sacar porque no se daba el corcho".
Ello, según Benítez, ha sido contraproducente no sólo para la producción, que se ha visto reducida, así como para la mano de obra, ya que el número total de jornales también ha descendido "considerablemente".
Con respecto a los precios, ha indicado que han experimentado, en general, tanto los de buena calidad como los más inferiores, "un aumento del 15 por ciento", aunque, a pesar de esto, el valor de este producto "sigue estando muy por debajo del que se pagaba por él hace una década". Ello es así por la caída de la calidad, que en las últimas dos décadas ha podido descender algo más de un 20 por ciento, como consecuencia, principalmente, "a la pérdida de rentabilidad de las fincas que lleva aparejada una mala gestión y la falta de limpieza", algo, esto último, "indispensable" para que la calidad de la producción sea buena.
En Andalucía existen unas 330.000 hectáreas de alcornocales, una cifra que supone que la comunidad autónoma sea líder nacional en producción de corcho.
