El control biológico de plagas se ha utilizado en
el 100 por cien de los cultivos de pimiento de Almería durante la campaña
2008-2009, según la Asociación
de Empresas Cosecheras-Exportadoras de productos Hortofrutícolas de Almería
(Coexphal).
Según los datos de la
Memoria Anual de Coexphal, la aplicación del control
biológico, que permite vigilar las plagas de las hortalizas a través de la
fauna auxiliar, se ha extendido al 45 por ciento de los cultivos de berenjena y
al 35 por ciento de los de pepino.
Coexphal, que desarrolla desde hace años labores de investigación en este
campo, ha indicado que el uso del control biológico en el tomate se vio frenado
durante la pasada campaña por la aparición de la polilla del tomate o
"Tuta absoluta", que ha causado "daños importantes a los
cultivos hacia finales de la temporada".
Según la Memoria Anual
de la Asociación,
la producción de frutas y hortalizas comercializadas por las empresas de
Coexphal se ha reducido un dos por ciento en volumen durante la campaña
2008-2009, hasta los 1,48 millones de toneladas, y un tres por ciento en valor,
hasta los 1.121 millones de euros.
Por lo que respecta al tomate, las ventas de las empresas asociadas han caído
un 13 por ciento en volumen y un ocho por ciento en valor en la campaña
2008-2009, lo que ha generado un descenso de los ingresos por la
comercialización de este producto ya que su precio se ha mantenido similar al
de la campaña pasada, según los datos de Coexphal.
En el mismo periodo, la producción de pimiento se ha incrementado un 16 por
ciento, pero ha existido un descenso de los precios del 20 por ciento, lo que
ha provocado que los ingresos por ventas de pimiento se hayan retraído un siete
por ciento, según las mismas fuentes.
En pepino, el volumen comercializado por las empresas asociadas ha descendido
un cinco por ciento, mientras que su valor ha crecido un 17 por ciento debido a
que los precios han crecido un 27 por ciento durante la última campaña respecto
a la anterior, según los datos de Coexphal, que ha apuntado que la producción
de berenjena ha caído un tres por ciento y ha subido un siete por ciento en
valor.
Las ventas de calabacín de las asociadas a Coexphal han crecido un seis por
ciento en volumen y un cuatro por ciento en valor, mientras que los precios se
han reducido un dos por ciento.
Respecto a la judía, la producción ha caído un nueve por ciento y los ingresos
se han reducido en un 14 por ciento, por lo que esta hortaliza acumula tres
campañas seguidas con resultados negativos, según Coexphal.
Ha añadido que la producción de melón ha decrecido un cinco por ciento en
volumen y un 12 por ciento en valor durante la última campaña y, en lo que
respecta a la sandía, ha aumentado un 12 por ciento y los precios se han
reducido un 10 por ciento.
