Se reclama el establecimiento de un calendario que prevea, a largo plazo, la retirada definitiva del mercado de los plaguicidas neurotóxico.
El Parlamento Europeo (PE) reclamó la
adopción de medidas urgentes para proteger la salud de las abejas,
amenazadas por el aumento de la mortalidad de sus colonias a escala
mundial.
El pleno de la Eurocámara aprobó un informe del
eurodiputado socialista húngaro Csaba Sándor Tabajdi que insta a
Bruselas a prohibir el uso de ciertos plaguicidas y reclama la puesta en
marcha de campañas para concienciar sobre la gravedad el problema.
En particular, reclama el establecimiento de un calendario que
prevea, a largo plazo, la retirada definitiva del mercado de los
plaguicidas neurotóxicos y de los productos de uso agrícola que
contengan estas sustancias.
Entre los factores que contribuyen
a la mortalidad de las abejas, el informe menciona, además de los
plaguicidas, la presencia de ciertos parásitos, la falta de medicamentos
específicos, la disminución del forraje silvestre y la diversidad, los
campos electromagnéticos y los organismos genéticamente modificados
(OGM).
Para responder a las amenazas, el PE aboga asimismo por
la creación de una estrategia global de medicamentos para las abejas,
que identifique para cada enfermedad las condiciones de actuación y los
tratamientos adecuados.
También pide el apoyo a programas de
reproducción centrados en la tolerancia a las enfermedades y los
parásitos, en particular contra el ácaro Varroa destructor, que
contribuye a debilitar el sistema inmunitario de las abejas y favorece
el desarrollo de virus letal cuando no se trata.
El PE insta
asimismo a Bruselas a estudiar la posibilidad de extender la cobertura
del Fondo Veterinario de la UE a las enfermedades que afectan a ese
insecto y de elaborar una guía de buenas prácticas apícolas y en materia
de higiene.
El informe alerta de que pasar por alto el
declive de las poblaciones de abejas podría tener un "grave impacto
negativo" en la agricultura, la producción, la seguridad alimentaria, la
sostenibilidad ambiental y los ecosistemas.
En la UE existen
unos 700.000 apicultores, entre los que hay profesionales, aficionados y
también productores agrícolas que tienen esta actividad como
complemento de sus ingresos.
España es el país con más
colmenas (con 2.459.373, el 17 % de la UE) y el que más se beneficia de
los fondos europeos para el segmento apícola; sus planes nacionales
tendrán un presupuesto anual de 11 millones de euros, 5,5 millones de
euros procedentes de las arcas comunitarias.