La campaña para los barcos cerqueros (los más industriales) del Atlántico y del mar Mediterráneo se ha cerrado anticipadamente.
La flota de cerco y las almadrabas han
destacado la "abundancia" de atún rojo y los signos de
"recuperación" como nota dominante de esta campaña, así como la rapidez
con la que han agotado sus cuotas.
La campaña para los barcos
cerqueros (los más industriales) del Atlántico y del mar Mediterráneo se
ha cerrado anticipadamente, con capturas en tiempo "récord" a juicio de
los españoles.
Los almadraberos, por su parte, están a punto
de acabar las "levantás", momento en que efectúan las capturas; los
peces seguirán entrando en las redes, pero se soltarán con las "bajás",
por haberse superado ya las cuotas.
Frente a las valoraciones de los pescadores, los ecologistas cuestionan que el recurso se
haya recuperado aún e insisten en la incertidumbre sobre los datos.
Además, esta semana WWF ha denunciado la presencia de barcos chinos y
otros de bandera no identificada, sin licencia, que han llegado a aguas
españolas del Mediterráneo (Baleares y Delta del Ebro), sobre los que
temen que hayan extraído atún ilegalmente.
España es el país
europeo que más atún rojo pesca, con una cuota de 2.411 toneladas, y de
esta cantidad un tercio corresponde a la flota de cerco (6 barcos),
mientras que el resto se reparte entre las almadrabas (657 toneladas),
el palangre y el cebo vivo; no obstante, el cupo final varía según la
compraventa de esos contingentes.
De los seis cerqueros,
cuatro pertenecen al Grupo Balfegó, con base en la Ametlla de Mar
(Tarragona), que esta semana volvieron a puerto, procedentes de aguas
baleares, tras agotar en solo cinco días las 700 toneladas que tenían
asignadas.
El director general de Balfegó, Juan Serrano, ha
destacado los resultados de esta campaña, por la abundancia de atunes, y
que al desarrollarse en un tiempo "récord" se ha conseguido, además de
reducir el impacto ambiental, un ahorro de costes, en concreto se ha
gastado un 60 % menos de gasóleo que en la temporada anterior.
Serrano ha apuntado que hay indicadores que permiten afirmar que el
atún rojo se podría haber recuperado lo suficiente para aumentar la
cuota en 2014, antes del plazo de 2022 previsto por la Comisión
Internacional para la conservación del Atún Atlántico (Iccat), quien
fija las cuotas.
La directora gerente de la Organización de
Productores Pesqueros de Almadraba, Marta Crespo, ha manifestado que,
"por supuesto, es posible pedir un incremento de cuota", ya que esta
modalidad, un arte fija, puede considerarse el "termómetro" que marca el
grado de existencias de atún rojo en el mar.
"Las almadrabas
dimos la voz de alarma sobre la mala situación del atún rojo en 2005 y
ahora podemos asegurar que se ha recuperado", según Crespo.
No
obstante, para tener los datos completos sobre la cantidad de atún aún
quedan por contabilizar los peces que se suelten con las "bajás" de
redes, así como la información en la campaña científica, en la que
participará el Instituto Español de Oceanografía, ha añadido.
Japón y Estados Unidos son los primeros compradores del atún rojo
español, que también destina a Corea o a países del sur de Europa, y en
los mercados se están registrando repuntes de los precios, desde los 6
euros/kilo a los 17 euros/kilo, según datos de WWF-España.
El
responsable de Pesca de WWF-España, Raúl García, ha mostrado su
preocupación porque "se han relajado los controles" en las aguas del
Mediterráneo, además de dudar de que realmente se haya recuperado la
especie.
García ha admitido que hay una buena evolución, con
más juveniles, pero "el atún vive 30 años" y hasta que no se conozca el
número de ejemplares adultos no se verá si se ha recobrado el caladero
"hasta dentro de 6 u 8 años", e incluso ha hablado de 2022, como auguró
el Iccat.