La cotización en los lineales de este tubérculo y sus derivados acumulan una caída del 10,9 %.
Mientras productos básicos de la alimentación
como el café y el azúcar no dan tregua al consumidor, la patata se ha
convertido en un producto "amigo" de la economía doméstica, y acumula
descensos sucesivos en su precio de venta al público desde el pasado mes
de mayo.
La cotización en los lineales de este tubérculo y
sus derivados acumulan una caída del 10,9 % en lo que va de año, tras
anotarse un nuevo descenso en octubre del 1,4 %, según los últimos datos
del Índice de Precios al Consumo (IPC).
Este mismo indicador
revela que el coste de este socorrido producto de la huerta se cambió el
pasado mes a un precio 9,2 % inferior al registrado doce meses atrás.
Según datos del Observatorio de Precios de origen y destino del
Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural (MARM), en la última semana
de octubre, un kilo de patatas tenía un precio en destino de 0,79 euros,
tras no superar en todo el mes los 0,80 euros el kilo.
De
este modo, la muchas veces denostada patata ha acumulado descensos
sucesivos desde el mes mayo, cuando su precio se detuvo en máximos de
0,90 euros el kilogramo.
Si bien es cierto que su precio es
asequible, en España se consumen, sólo en patata fresca, más de 1,5
millones de toneladas al año, lo que equivale a un consumo anual por
habitante cercano a los 34 kilos.
Haciendo caso al IPC, otro
de los productos que también ayudan a contener el gasto del consumidor
en alimentación son las legumbres y las hortalizas frescas, que
retroceden un 0,6 % en octubre en términos mensuales y acumulan una
depreciación cercana al 5 % en lo que va de año.
Con las
estadísticas del MARM en la mano, la lechuga, que se vendía en el primer
trimestre a 0,90 euros la unidad, se comercializó en octubre a un
precio entre tres y cuatro céntimos inferior; mientras que el tomate
redondo liso, que se llegó a cambiar a 2 euros el kilo, se adquiría en
octubre a 1,66 euros.
Frente al respiro que ofrecen las
patatas y las hortalizas, la carne sigue al alza en todas las especies
animales, sobre todo la de pollo, que se revaloriza un 7,4 % en lo que
va de año; o el porcino, que avanza un 3,3 % en diez meses, según
refleja el IPC.
Así, mientras el coste de las guarniciones se
contiene y desciende en casos como el de la patata y los productos para
la ensalada, el precio de la carne "se come" el ahorro de los
acompañamientos.