Entiende que, si ése es el argumento principal para fulminar el organismo que creó sólo hace cinco años, el Gobierno debe dar más detalles sobre los costes que van a ahorrarse y de qué modo van a emplearse esos recursos.
Dado que el ahorro ha sido uno de
los grandes argumentos esgrimidos para justificar la liquidación de la Agencia Andaluza
del Agua, Feragua ha pedido al Gobierno andaluz, en una reunión del Consejo
Andaluz celebrada hoy, que cuantifique y detalle ese ahorro, especificando qué
partidas de gastos son las que van a verse aliviadas y en qué se va a emplear,
y cómo van a compensar los costes que esta operación puede implicar desde el
punto de vista logístico, de infraestructuras y de imagen corporativa. La
primera asociación andaluza del regadío entiende que, si el ahorro es el
argumento principal para fulminar el organismo que creó sólo hace cinco años, el
Gobierno debe dar más detalles sobre los costes que van a eliminarse y de qué
modo van a emplearse esos recursos sobrantes. Asimismo, le ha demandado que concrete de manera exacta la nueva
estructura administrativa del agua, que tanta inquietud ha levantado no sólo
entre usuarios sino entre los propios funcionarios y empleados laborales tanto
de la Agencia
Andaluza del Agua como de Egmasa.
Feragua estima que el mencionado
ahorro es una mera excusa, y un argumento muy poco creíble cuando la Ley de Aguas que acaba de
aprobarse contempla por ejemplo la creación de un Observatorio Andaluz por el
Agua que no servirá para otra cosa que para aumentar el gasto público en un
contexto de crisis. Más que ahorrar, lo que Feragua se teme es que con esta
operación el Gobierno pretenda aumentar su capacidad recaudatoria (amén de su
capacidad de intervención política), pues al quedar diluidas las competencias
sobre el agua dentro de las más genéricas de medio ambiente, los nuevos
gestores pueden tratar de imputar a los usuarios algo más que los de costes de
las obras hidráulicas de las que se benefician.
Feragua ha pedido asimismo que
ponga fin a la improvisación, el desconcierto y la descoordinación que ahora
mismo reina en la gestión pública del agua, y del que es un buen ejemplo la
información publicada en BOJA el pasado 30 de junio. Ese día, la Junta de Andalucía notificaba
en su boletín oficial que la Agencia Tributaria
andaluza delegará en la
Agencia Andaluza del Agua las competencias de gestión
tributaria y recaudación en periodo voluntario del canon de regulación, de la
tarifa utilización de agua y del trasvase Guadiano-Majaceite. Mientras esto
ocurría, el Gobierno andaluz trabajaba ya en la liquidación de la Agencia, y el grupo
parlamentario socialista cambiaba a toda prisa sus enmiendas para adaptar la
nueva Ley de aguas a la nueva organización de la administración hidráulica
andaluza. Mayor descoordinación no cabe, ha reprochado hoy a los
representantes del Gobierno andaluz la presidenta de Feragua, Margarita Bustamante.