El consejero precisa que la nueva normativa en esta materia introduce medidas para dirigir los excedentes a los lugares donde sean más necesarios.
El consejero de Medio Ambiente, José Juan Díaz Trillo, destacó el
importante papel que tendrán los bancos públicos del agua de las
demarcaciones hidrográficas andaluzas. Díaz Trillo explicó que estos
bancos serán el instrumento fundamental para conseguir la
flexibilización del régimen concesional, junto con otras medidas que no
afectarán a los usos ya concedidos o autorizados de ningún regante.
Durante
la inauguración de las Jornadas 'La Ley de Aguas de Andalucía y su
repercusión en el ámbito de las comunidades de regantes', celebrada en
Baeza (Jaén), el consejero subrayó que la Ley introduce medidas con las
que se podrán revisar dotaciones y dirigir los excedentes de agua allá
donde exista más necesidad de este bien, gracias a estos bancos
públicos. Esto permitirá asegurar a todos los usuarios la suficiente
cantidad de agua y con la calidad que sea necesaria para desarrollar su
actividad de forma responsable.
El responsable de Medio Ambiente
incidió en la labor de los regantes, ya que es el "sector que mejor
conoce desde hace muchos años la escasez de los recursos hídricos y
siempre ha sido responsable con su uso, porque de él depende su
subsistencia". Por ello, resaltó la progresiva modernización del
regadío, con la utilización de técnicas más eficientes que supongan un
ahorro en las dotaciones.
La Ley de Aguas de Andalucía crea la
figura de los bancos públicos de agua, introduciendo novedades sobre la
normativa de los centros de intercambio de derechos, para posibilitar
la disponibilidad de agua con fines de interés público y la entrada de
nuevos sectores económicos en el tejido productivo andaluz. Díaz Trillo
matizó que la entrada de nuevos sectores tendrá en cuenta los criterios
del uso eficiente del recurso, la protección del mismo y el mayor valor
añadido en términos de creación de empleo, riqueza, desarrollo y
cohesión territorial para Andalucía, siempre que no afecte a los usos
concedidos.
Otra de las grandes novedades de la Ley es la
regularización de las aguas subterráneas, que se equipararán a las
aguas superficiales. La normativa conseguirá que sean los propios
usuarios quienes gestionen de manera eficiente las captaciones de
acuíferos, para evitar su sobreexplotación.
La Ley apuesta por una
gestión colectiva del agua como principal forma para alcanzar una
utilización racional de los recursos, tanto de los superficiales como
de los subterráneos.
Por ello, crea un régimen jurídico propio
para las comunidades de usuarios de aguas subterráneas -hasta ahora
inexistente en la legislación autonómica- para que sean los propios
usuarios quienes gestionen las infraestructuras de captación,
transporte y distribución general del recurso, teniendo como ejemplo a
las comunidades de regantes de aguas superficiales existentes.
Con
estas comunidades, la Administración andaluza prevé un sistema de
convenios -al igual que con las superficiales- para colaborar en todo
aquello que afecte a los intereses generales.
La Ley también
impone medidas de control para prevenir la sobreexplotación de los
acuíferos. La más significativa es la necesidad de solicitar
autorización para los pozos de menos de 7.000 metros cúbicos, que hasta
ahora era innecesaria, en aquellos acuíferos que estén sobreexplotados
o en riesgo de llegar a esta situación.
Anillamiento de aves
Coincidiendo
con su visita a Baeza, el consejero participó en el humedal Laguna
Grande en una jornada de anillamiento de aves organizada por la Junta
de Andalucía en colaboración con Seo/BirdLife. Díaz Trillo destacó el
importante papel que juegan los humedales en la provincia de Jaén,
especialmente en lo que se refiere a la conservación de la
biodiversidad.
Laguna Grande, considerado como uno de los
humedales más importantes de la provincia, cuenta con una extensión de
29 hectáreas y un perímetro de protección de 500 metros, y en él se ha
llegado a constatar la presencia de hasta 150 especies de vertebrados.
Díaz
Trillo señaló que el 80% de los vertebrados que habitan en La Laguna
Grande es unave, y entre ellas destacan especies como ánades, cercetas,
patos-cuchara y, en menor medida, garzas, cigüeñuelas o martinetes.
Además,
el titular de Medio Ambiente indicó que la cubierta vegetal de este
espacio natural proporciona cobijo ocasionalmente a especies amenazadas
como la malvasía cabeciblanca, el águila pescadora o la garcilla
cangrejera.