Los negociadores europeos y mauritanos intentarán renovar el que se considera el principal convenio en materia pesquera para la Unión Europea y que aprovechan buques gallegos, andaluces, canarios y vascos, dedicados a la captura de marisco, merluza negra y cefalopoderos (pulpo o calamar).
Los armadores españoles estarán esta semana muy pendientes de la reunión que los representantes de la Comisión Europea (CE) y Mauritania inician en Nuakchot para tratar de renovar el acuerdo pesquero, que caduca en una semana y que permite faenar a unos 60 buques de la flota española.
Los negociadores europeos y mauritanos intentarán renovar el que se considera el principal convenio en materia pesquera para la Unión Europea y que aprovechan buques gallegos, andaluces, canarios y vascos, dedicados a la captura de marisco, merluza negra y cefalopoderos (pulpo o calamar).
En el caso de los marisqueros, el número de barcos asciende a 25 y son todos andaluces.
El protocolo ofrece licencias para 110 navíos y en contrapartida la UE abona a esa nación 76,25 millones de euros anuales, lo que constituye una parte importante de los recursos de su presupuesto.
Las últimas rondas de negociación han fracasado y de la parte mauritana, el principal escollo es la compensación que exige por permitir a los europeos operar en sus aguas.
Aunque en anteriores acuerdos se llegó a un compromiso en el último minuto, la flota española ha expresado en los últimos meses sus temores por la posibilidad de que caduque el acuerdo pues aseguran que podría tener consecuencias tan graves como el cese del protocolo pesquero con Marruecos.
Dentro de la negociación en Nuakchot, para los armadores comunitarios uno de los principales problemas es la posibilidad de que un nuevo acuerdo excluya a la flota cefalopodera, según ha declarado a Efeagro el secretario general de la Confederación Española de Pesca (Cepesca), Javier Garat.
En este sentido, ha añadido, la parte europea ha presentado trabajos científicos que acreditan que se puede mantener por lo menos la opción de que operen en aguas mauritanas los buques de esa modalidad, aunque las posibilidades se reduzcan "al 28 por ciento".
En cuanto a la flota marisquera, existen cuestiones como la propuesta de Mauritania para establecer una zona de pesca que alejaría a los barcos españoles de la costa de ese país y afectaría al 45 % o al 50 % de los rendimientos de sus capturas, según Garat.
Respecto a los cánones que deben abonar los armadores, el presidente de la Asociación Nacional de Buques de Pesca Congeladores de Marisco (Anamar), Angel Muriel, ha confiado en que "se mantengan dentro de lo razonable" pues en estos momentos están "al límite", lo que se une a la situación crítica de la flota por el alza del combustible y los precios bajos del pescado.
