Las instituciones de la Unión Europea han roto la negociación sobre el Futuro Fondo Marítimo y Pesquero (FEMP) -que determinará las ayudas al sector-, en una semana que se ha saldado con un pacto sobre las cuotas para 2014, positivo para España, y buenas perspectivas de consumo de Navidad.
Las negociaciones sobre el reparto del FEMP se han interrumpido este jueves, en Bruselas, dentro de las reuniones "a tres bandas" entre las instituciones comunitarias: la Comisión Europea (CE), el Consejo de ministros de la UE (Gobiernos) y la Eurocámara.
Dentro de las reformas que afectan a la pesca y la acuicultura para los próximos siete años, solo queda pendiente la distribución del FEMP, que contará con 6.500 millones de euros para ese período, de los que mil millones podrían ir a parar al sector español.
Según fuentes parlamentarias, los eurodiputados "se plantaron" porque la CE se opuso a un reparto que ya habían acordado con el Consejo, en aspectos como el control de los buques, la recogida de datos o para reducir el dinero controlado directamente por Bruselas.
Dentro de los complicados procedimientos comunitarios, si la CE se opone a un acuerdo, hace falta la unanimidad de los Veintiocho para aprobarlo, por lo que los negociadores tuvieron que modificar las propuestas.
El ponente de la Eurocámara para la negociación del FEMP, el francés Alain Cadec, consideró que aceptar esta circunstancia sería "una humillación" por lo que los europarlamentarios abandonaron las discusiones.
Cadec ha pedido a la comisaria europea de Pesca, María Damanaki, que vuelva a la negociación en enero y que acepte las propuestas de las otras instituciones o, de lo contrario, plantea que la Eurocámara vote una resolución en marzo.
En la práctica, esta ruptura desencadena el interrogante sobre qué pasará con las subvenciones a la pesca, pues el actual período presupuestario termina en 2013, ante lo cual igual habría que pensar en medidas transitorias o prórrogas, como ha ocurrido con la Política Agrícola Común.
El desacuerdo sobre el FEMP ha superado hoy en actualidad al acuerdo alcanzado esta semana por los ministros de Pesca de la UE sobre los Totales Admisibles de Capturas (TAC) y cuotas para 2014, que satisface al Gobierno y a la flota.
El pacto incrementa el cupo de merluza, en un 49 % para aguas del norte -Golfo de Vizcaya y Gran Sol- y un 15 % en caladeros ibéricos (Cantábrico, Portugal y Golfo de Cádiz).
También sube el cupo para la bacaladilla (71 %), rape (6 % en el ibérico y 15 % en norte) y gallo (86 % en el caladero nacional).
El jurel o chicharro se incrementará el 17 % en el Golfo de Cádiz, pero bajará un 26 % en el Cantábrico.
Las negociaciones de los TAC, que afectan al Atlántico, han sido más tranquilas para España este año.
Sin embargo, el sector pesquero español y los partidos políticos no han dejado de criticar esta semana a la comisaria Damanaki por otra cuota, la del atún rojo, única especie del Mediterráneo sometida a TAC.
Este último cupo se decidió en la reunión de la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (Iccat) en Ciudad del Cabo, Sudáfrica, donde Damanaki se opuso a la petición española -respaldada por otros países- para elevar las capturas de atún rojo, tras dictámenes científicos favorables.
En relación al consumo, la Navidad se acerca y las perspectivas de venta de pescados y mariscos son buenas, ya que por primera vez desde 2009 las pescaderías están notando un incremento de los encargos, sobre todo para hostelería, y una mayor previsión de gasto por parte de sus clientes.
Los pescaderos obtienen en diciembre entre el 35 o el 40 % de su facturación anual, por lo que la Navidad es la época más importante para su negocio.
