Esta es una de las conclusiones extraídas de una serie de estudios desarrollados por Grupo de Investigación del Instituto de Desarrollo Local de la Universidad de Huelva
Los denominados polos de desarrollo agrario que se localizan en provincias como Murcia, Huelva, Almería o Lérida han consolidado y estructurado un mercado de trabajo agrario para ciudadanos de la Unión Europea y extranjeros, según estudios de la Universidad de Huelva (UHU).
Esta es una de las conclusiones extraídas de una serie de estudios desarrollados por Grupo de Investigación del Instituto de Desarrollo Local de la Universidad de Huelva, que dirige Juan Antonio Márquez, sobre las migraciones circulares en la agricultura, centradas en el modelo de contratación en origen que durante años se ha utilizado en la provincia de Huelva.
Los resultados de estos trabajos, codirigidos por Mercedes Gordo, se han recogido, según ha informado la Universidad de Huelva, en dos libros "Más allá de la competencia agrícola hispano-marroquí. La gestión colectiva de contratos en origen" y el "Estudio cuantitativo-cualitativo sobre transferencias del modelo de sistemas de movilidad de flujos migratorios en Huelva y otras provincias andaluzas".
Según los expertos, junto a la consolidación de esta estructura laboral se observa que las relaciones en el sistema agrario "no son estancas", sino que dan paso a agronegocios y a una sociedad donde la agricultura "puede ser la excusa para alcanzar otros objetivos en relación al desarrollo local, las relaciones institucionales con Marruecos y las políticas de inclusión del mundo mediterráneo".
Con respecto al modelo de trabajo en materia de flujos migratorios circulares que se desarrolla en Huelva han destacado que es transportable a otras ciudades andaluzas como Córdoba, Jaén, las campiñas sevillanas y gaditanas y vega y litoral gaditano, así como determinados espacios que se localizan en Lérida, Cuenca o Guadalajara.
Un modelo que, según el trabajo desarrollado, no sería aplicable en territorios como Almería, dado que en esta provincia los invernaderos hacen que las necesidades laborales no sean cíclicas, sino permanentes.
Los trabajos presentados han constatado igualmente que la contratación de jornales extranjeros es "una necesidad estructural del campo español, debido al éxodo rural y a la deserción de la población autóctona de las actividades agrarias".
