Investigadores de la Estación Biológica de Doñana (EBD-CSIC) han iniciado un proyecto de excelencia dirigido a probar la teoría de redes espaciales y la genética de poblaciones en dos especies de anfibios autóctonos de Andalucía (el sapo partero bético y el tritón pigmeo), un grupo especialmente afectado por el cambio global. Estos estudios científicos han sido dotados con 317.830 euros por la Consejería de Economía, Innovación y Ciencia.
Jordi Bascompte
Estación Biológica de Doñana, CSIC
Andalucía Investiga
La creciente actividad humana se traduce en un incremento en
la fragmentación de los espacios naturales. Otrora extensas áreas de hábitat se
ven transformadas en manchas aisladas unas de otras. De hecho, la destrucción y
fragmentación de los hábitat naturales constituye la primera causa de pérdida
de biodiversidad. Por lo tanto, es vital mejorar nuestra comprensión de cómo
estos paisajes fragmentados afectan a la demografía y variación genética al
nivel de paisaje de las metapoblaciones (conjuntos de poblaciones locales
unidas por dispersión) que los ocupan.
Investigadores de la Estación Biológica
de Doñana (EBD-CSIC) han iniciado un proyecto de excelencia dirigido a probar
la teoría de redes espaciales y la genética de poblaciones en dos especies de
anfibios autóctonos de Andalucía (el sapo partero bético y el tritón pigmeo),
un grupo especialmente afectado por el cambio global.
Para ello, el grupo liderado por Jordi Bascompte, combinará
información cartográfica sobre los puntos de agua en dos localidades de
Andalucía (Parque Nacional de Doñana y Parque Nacional de Cazorla) ocupados por
dichas especies, el análisis de la estructura de dichas redes mediante teoría
de grafos, y un estudio genético basado en microsatélites. El equipo del CSIC
buscará predicciones generales sobre cuántos puntos de agua son necesarios para
mantener un mínimo de diversidad genética entre estas especies; estudiará cómo
la estructura de la red de humedales afecta a procesos de flujo génico; y cómo
dicha estructura espacial determina la persistencia de las metapoblaciones ante
posteriores pérdidas de hábitat.
Especies amenazadas
Andalucía cuenta con numerosas especies de anfibios, cuyas
poblaciones se están viendo amenazadas debido principalmente a las
modificaciones en el hábitat hechas por el hombre (transformaciones agrarias a
gran escala, urbanizaciones, construcción de campos de golf etc.). Estas
transformaciones del paisaje hacen que los puntos de cría, ligados a zonas con
agua, se vean cada vez más limitados.
Otra amenaza importante es el cambio climático que
pronostica un aumento de la temperatura entre 1.8 y 4 grados centígrados hasta
final de siglo, siendo España en general, y la región andaluza en particular,
una de las zonas más susceptibles de sufrir desertificación. Los anfibios son
uno de los grupos que más van a sufrir este aumento de la temperatura gradual,
al ser organismos muy sensibles a la deshidratación y a las temperaturas muy
elevadas.
"Por lo tanto, constituyen magníficos organismo modelo
para estudiar este tipo de cuestiones relacionadas con el cambio global.
Asimismo, son también organismos modelo perfectos para estudios de genética del
paisaje por que su dinámica metapoblacional puede ser descrita mediante
variación genética a lo largo de redes espaciales", aclara Jordi
Bascompte.
Para el investigador, el marco conceptual de las redes
espaciales es particularmente aplicable a los anfibios por diversas razones:
Por un lado, las charcas que utilizan para reproducirse forman rodales de
hábitat que pueden ser fácilmente identificables y asignables como
"nodos" de una red espacial. en segundo lugar, su escasa capacidad
dispersora los convierte en muy susceptibles a la fragmentación del hábitat.
Por otro lado, los periodos larvarios están claramente definidos en el tiempo:
las larvas son fácilmente diferenciables, y pasan un periodo en el agua, con lo
cual la toma de muestras es más factible que en otros vertebrados amenazados.
"En concreto, hemos seleccionado a dos especies
amenazadas que habitan en zonas protegidas de la Comunidad Andaluza,
el sapo partero bético y el tritón pigmeo por habitar en zonas muy diferentes a
escala paisajística, lo cual nos permitirá evaluar las propiedades
estructurales de las redes espaciales en diferentes sistemas (uno montañoso y
con múltiples barreras naturales".