Un año más tarde, COAG realiza una lectura positiva y otra negativa de las consecuencias de una crisis que provocó pérdidas cuantificadas en millones de euros para el sector.
COAG Almería
Almería y los agricultores de la
provincia se despertaban con una sorprendente alerta sanitaria que pondría en
jaque durante meses nuestro sector: Alemania acusaba sin fundamento a pepinos
procedentes de Almería como los causantes de un brote de E.Coli que un día más tarde comenzaría a cobrarse vidas en el país
vecino.
Rápidamente y sin opción a dudas, COAG
sacó la cara por el sector hortofrutícola almeriense porque había algo que
estaba claro: si los pepinos hubieran estado infectados, los primeros muertos
habrían aparecido en la provincia ya que el agricultor es el primero en
consumir el fruto directo de la planta.
A partir de ahí el trasiego de
participación en medios de ámbito nacional e internacional, reuniones con la
Consejería y el Ministerio de Agricultura no dejaron de sucederse para salir en
defensa del sector e intentar recuperar cuanto antes la confianza de los
mercados, principalmente, europeos.
El Secretario Provincial de COAG Almería y
Responsable Estatal de Frutas y Hortalizas de COAG, Andrés Góngora, califica
la alerta sanitaria como una de las crisis más importantes a las que ha tenido
que hacer frente el sector de forma injustificada. Por suerte, España al
completo se convirtió en un fortín en defensa de nuestros productos, un hecho
que unido a la capacidad de nuestro país de demostrar la trazabilidad de las
frutas y hortalizas, nuestros pepinos quedaron libres de toda sospecha
confirmándose que fueron brotes de soja quienes originaron la muerte a
ciudadanos alemanes.
DG Sanco
Góngora recuerda, además, que a Europa
le faltó contundencia a la hora de exigir responsabilidades a Alemania al
acusar de una forma tan grave a un sector que mantiene a miles de familias. El
Gobierno de Hamburgo actuó con total irresponsabilidad al saltarse todos los
protocolos de alertas alimentarias y sanitarias establecidas por la UE y la Comisión Europea,
una situación que debería de haber sido duramente sancionada. Del mismo modo, la DG Sanco (Dirección
General de Salud y Consumidores) debe hacer caso a las quejas que COAG formuló
tras la crisis del E.Coli donde le
hemos pedido que cambie los protocolos de alertas sanitarias y no se puedan
emitir de forma unilateral como lo hizo Alemania afirma mientras que
resalta que la DG Sanco
mostró con la mal llamada crisis del pepino que es débil ante Alemania al no
actuar con la contundencia que lo habría hecho si se hubiera tratado de
cualquier otro país.
Imagen reforzada
Para Góngora, transcurrido un año la
crisis de la bacteria de la E.Coli ha
venido a reforzar la imagen de los productos hortofrutícolas almerienses y de
España en general. La sociedad española se sintió identificada por nuestras
frutas y hortalizas como tradicionalmente ha pasado antes con productos como el
aceite de oliva o el jamón. A nivel europeo hemos recuperado la imagen y el
mensaje que siempre se ha ofrecido de nuestros productos al vincularlos con la
calidad, el bienestar y la salud.
Asimismo, desde COAG Almería resaltan
la importancia de que España pudiera mostrar eficazmente la trazabilidad de las
frutas y hortalizas procedentes de nuestro país, aunque no hay que obviar que
continuamos reclamando más control en los lineales y más sistemas de
información al consumidor en los mismos para que éste sepa de dónde procede el
producto que va a comprar y tenga detalladamente la procedencia de la fruta u
hortaliza.
Dificultades en el sector
La crisis de la E.Coli profundizó aún más en la difícil situación que desde años
atraviesan los productos hortofrutícolas. La alerta sanitaria propició que los
mercados europeos y mundiales no sólo rechazaran el pepino sino que productos
como berenjena, pimiento, calabacín, tomate, sandía o melón, entre otros, se
quedaran en tierra produciéndose pérdidas millonarias que no han sido paliadas.
Los males reales del sector se siguen
manteniendo, confirma Andrés Góngora.
Ayudas
Las ayudas que la Unión Europea activó
para los productores de frutas y hortalizas no han dejado de ser insuficientes
tal y como COAG ha transmitido en reiteradas ocasiones a la Administración
competente. A esto hay que añadir también que productos como la berenjena, el
melón o la sandía fueron excluidas por la ayudas, un hecho que perjudicó a
cientos de productores que vieron perdida su cosecha por culpa de la alerta
sanitaria y a los cuales no se les consideró para las indemnizaciones. El
sistema de indemnizaciones puesto en marcha por la Comisión Europea
ha favorecido a aquellos países que estaban en plena recolección como Bélgica,
Francia, Holanda o Alemania, pero no a España que se encontraba en su fase final.
El daño fue generalizado a todo el
sector de frutas y hortalizas, ya que las fronteras fueron indirectamente
cerradas a los productos procedentes de España. De nuevo, los productores
fueron los grandes perjudicados de una crisis que debería haber sido resarcida
por Hamburgo que nos acusó sin pruebas. Mañana se cumple el aniversario de esta
fatídica alerta sanitaria y aunque somos conscientes de que el reglamento de
ayudas se sacó de la noche a la mañana y con muchas dificultades, aún quedan
sin resolverse un 5 ó 6% de los expedientes con incidencias, concluye el
Secretario Provincial de COAG Almería.
Acciones de COAG
La rápida actuación de COAG frente a
esta crisis tranquilizó principalmente a los agricultores y consumidores
españoles. Intervenciones en los principales medios de comunicación nacionales
y provinciales (TVE, Telecinco, Cuatro, La Sexta…), entrevistas en canales de
ámbito internacional y actuaciones como el masivo reparto de frutas y
hortalizas que COAG llevó a cabo en Madrid el 8 de junio de 2011 y que contó
con la presencia de conocidos rostros de la televisión, el deporte y la
cultura, ayudaron a encauzar el camino para recuperar la confianza de los
ciudadanos.
Cronología de la crisis
23 de mayo de 2011: Se decreta la alerta sanitaria en
Alemania. Las autoridades de Hamburgo alertan de un brote infeccioso
en pepinos procedentes de España que afecta en poco tiempo a 300 personas en
distintos puntos del país de los cuáles 40 son graves.
24 de mayo de 2011: Se confirman los primeros muertos
como consecuencia de la bacteria ‘Escherichia coli’.
25 de mayo de 2011: Desconocen el origen de la bacteria. Aunque en un
primer momento se acusan directamente a los pepinos almerienses, las
autoridades especulan sobre la posibilidad de que proceda de otro producto.
26 de mayo de 2011: Alemania acusa directamente a los
pepinos españoles. Se declara la alerta sanitaria
asegurando que los pepinos de Almería y Málaga son los causantes de brote
infeccioso. Sanidad, por su parte, informa que los datos no son concluyentes.
27 de mayo de 2011: Cierre indirecto de las fronteras a las
hortalizas andaluzas. Aunque la Comisión Europea
reconoce que la contaminación pudo producirse fuera de España, los países de la
UE comienzan a cancelar sus pedidos de frutas y hortalizas españolas.
29 de mayo de 2011: El brote llega a otros países de la UE. Suecia, Dinamarca y Países Bajos, entre otros, confirman
casos en sus países. En Austria retiran las hortalizas españolas de los
lineales.
1 de junio: Bruselas retira la alerta sanitaria sobre los
pepinos españoles. Tras los análisis negativos realizados
en pepinos almerienses, la
Comisión Europea anuncia que nuestras hortalizas no son las
culpables de la muerte de más de una veintena de ciudadanos alemanes.