Esta cifra supone entre un 20 y un 30 % menos respecto a la campaña anterior, siendo Extremadura y Andalucía las regiones líderes.
La cosecha nacional de tomate para industria
alcanzará 1,92 millones de toneladas durante esta campaña 2011-2012,
entre un 20 y un 30 % menos respecto a la campaña anterior y con
Extremadura y Andalucía como regiones líderes.
La recolección
-que entra estos días en su ecuador y que continuará hasta principios
de septiembre en 25.600 hectáreas- se presenta con perspectivas de baja
productividad -por problemas climáticos y la mayor rentabilidad de
otros cultivos alternativos como maíz, arroz o girasol- y de bajos
precios por el elevado stock.
En el lado positivo, el sector
toma un balón de oxígeno tras el rescate de las factorías de Carcesa en
Montijo, Don Benito y Mérida (en Extremadura), que recaló a manos
cooperativas en mayo, al tiempo que se consolidan iniciativas "Made in
Spain" para competir con multinacionales como la suiza Nestlé
("Solís"), la americana Heinz ("Orlando") o la luxemburguesa Bolton
Group ("Prima").
Lo más habitual es que las empresas españolas
realicen la primera transformación y elaboren únicamente concentrados,
que después venden en bidones y cisternas a las multinacionales que lo
utilizan para hacer una segunda manipulación y obtener así salsas para
pizzas o pastas, tomate frito o ketchup, las actividades más lucrativas.
Así, Acopaex y Tomates del Guadiana han invertido más de seis millones
de euros, junto a Avante Extremadura, y gestionan Carcesa ("Apis" y
"Fruco), empresa en concurso de acreedores tras el colapso de Nueva
Rumasa, lo que le ha permitido reanudar sus actividades.
Por su
parte, la Agrupación de Cooperativas de Regadío de Extremadura (Acorex)
es una de las pocas compañías controladas por agricultores que aborda
la segunda transformación -iniciada la pasada campaña- a través de la
filial Tomcoex (Miajadas, Cáceres).
Obtendrán 250 o 300
millones de kilos de tomate de 5.000 hectáreas para elaborar
concentrado y triturado, o comercializar en dados.
"Este
negocio es vital para nosotros y trabajamos, además, para desarrollar
nuevos productos y salsas", ha apuntado su director de Relaciones
Institucionales, Sebastián Trinidad.
La firma comercializa
marcas "Guadiala" y "Desierra", que aportan valor a Acorex, una
cooperativa que opera también en ganadería y otras frutas y hortalizas,
y factura 217 millones de euros.
Estas iniciativas se suman a
las de empresas como la catalana Industrias y Promociones Alimenticias
(Inpralsa) -Grupo Agrolimen, propietaria de "Gallina Blanca"-, la
murciana "Conservas Hida", el Grupo IAN navarro o la andaluza Ybarra,
entre otras.
En términos agronómicos, se han sembrado esta
campaña unas 19.866 hectáreas (-22 %) en Extremadura, que producirán
1,35 millones de toneladas -un 20 % menos que la campaña pasada-.
Del cultivo dependen 3.000 agricultores, 1,4 millones de jornales y 20
organizaciones de productores (OPFHs) comercializadoras.
El
presidente de APAG-Asaja, Bibiano Serrano, ha señalado que
los rendimientos caerán desde los 70.000-80.00 kilos por hectárea a
50.000-60.000 en esta campaña marcada por el "mal precio", de unos 72
euros/tonelada cuando el coste de producir se sitúa en 82 euros.
El secretario de organización de UPA-UCE Extremadura, Miguel Leal, ha
recordado que no será una buena campaña porque la industria ha
contratado menos y la climatología no acompañó, con excesivas lluvias
durante las siembras, pedriscos y temperaturas adversas, mientras que
los precios de los contratos serán muy bajos.
Desde la
organización agraria COAG en la región, su presidente, Juan Moreno, ha
detallado que hasta el 15 de agosto se habían recolectado ya a nivel
nacional unas 771.515 toneladas, el 40 % del total previsto, de las
cuales 201.958 correspondían a Andalucía (71,36 % del total) y 550.857
toneladas, a Extremadura (41 %).
Acopaex -que ha contratado 300
millones de kilos esta campaña- espera una campaña "floja" y con bajos
rendimientos por hectárea, según ha precisado su gerente, Juan
Francisco Blanco.
Por su parte, en el Valle bajo del
Guadalquivir andaluz se han sembrado 3.500 hectáreas, 500 menos que en
la campaña pasada, con un rendimiento de 87 toneladas por hectárea.
Así lo ha explicado el responsable sectorial de UPA-Andalucía, Juan
Sánchez, quien ha denunciado además los bajos precios, que atribuye al
"monopolio" de las cuatro firmas compradoras.
Desde la
cooperativa Las Marismas de Lebrija -que producirá 160 millones de
kilos en bruto, de los que obtendrá 30 millones de kilos de pasta de
tomate-, Jesús Valencia ha apuntado que la producción en el Bajo
Guadalquivir andaluz caerá un 30 % en producción por las menores
siembras, adversa climatología y ataque de "mildiu".
Respecto a otras comunidades, Navarra cuenta con 1.350 hectáreas (-39 %) y Aragón 690 ha (-10,27 %).