Los resultados del estudio demuestra que el "arado" reiterativo de los sedimentos blandos del lecho marino por la pesca de arrastre ha alterado la dinámica sedimentaria natural y ha suavizado y simplificado la morfología submarina original.
La pesca de arrastre intensiva ha modificado significativamente, y en sólo cuatro décadas, el relieve del fondo marino, según un estudio del CSIC y de la Universidad de Barcelona (UB) que ha publicado la revista Nature.
El científico Pere Puig, investigador del CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas) del Instituto de Ciencias del Mar de Barcelona, ha explicado que el estudio se ha hecho en el cañón submarino de La Fonera, también denominado de Palamós (Girona), con instrumentos oceanográficos que miden la puesta en suspensión del sedimento marino por el arado que ejerce la pesca de arrastre.
El trabajo se ha centrado en el impacto de la pesca de arrastre sobre el lecho marino de los caladeros de pesca del talud continental superior, situado entre 200 y 900 metros de profundidad, según ha informado el CSIC.
Los taludes continentales, y en particular los flancos o las vertientes de los cañones submarinos, son regiones del fondo marino con una pendiente relativamente elevada y que tradicionalmente han sido explotadas por las flotas arrastreras.
También se han usado mapas batimétricos de alta resolución con los que se han podido constatar que los principales cambios en el relieve submarino se han dado en las zonas de actividad de la flota arrastrera, mientras que los sectores no frecuentados por ella conservan su relieve natural, más acentuado e irregular.
Desde el CSIC se ha explicado que con el arrastre los sedimentos superficiales se levantan con facilidad y tienden a desplazarse en suspensión hacia la pendiente, formándose avalanchas de fango y nubes turbulentas cargadas de sedimento que se desplazan desde los caladeros hacia sectores situados a mayor profundidad.
Añade el estudio que este fenómeno es el que contribuye a la erosión y al remodelado de grandes extensiones de los taludes continentales y lo que hace que el relieve en barrancos del fondo marino se transforme en terrazas o bancales y que se aprecie una reducción de la rugosidad del fondo.
La investigación ha constatado además que tras del arrastre reiterado sólo persisten los barrancos originales de mayores dimensiones, aunque muy suavizados, y que estos cambios se pueden comparar a los que se producen por las actividades agrícolas en tierra firme.
En este sentido, desde el CSIC se ha puntualizado que los caladeros de pesca en los taludes continentales serían el equivalente en el mar a un campo de cultivo en una ladera de una montaña que se ha arado de forma continuada hasta modificar su relieve original.
Sin embargo, una diferencia destacable es que en las tierras de labor el arado suele llevarse a cabo una o dos veces al año, mientras que en los caladeros del talud continental, el arrastre se puede llegar a producir a diario.
El trabajo indica que las consecuencias ecológicas y los efectos sobre la biodiversidad marina de este tipo de pesca son evidentes en algunos lugares del mundo, como los fondos de corales de aguas frías, que resultan arrasados por el paso de las artes sobre el lecho marino.
Otra conclusión de este trabajo es que en fondos sedimentarios, algunas especies de interés comercial, al menos en nuestras aguas, no parecen verse afectadas de forma crítica, como lo prueba el hecho de que se siga pescando en los mismos caladeros mediante arrastre de fondo desde hace décadas.
