El primer aceite de oliva virgen extra dedicado a una reina española proviene de la provincia de Jaén y se denominará "La Católica".
"La Católica", es el nombre del primer aceite de oliva virgen extra dedicado a una reina española, y que sido lanzado al mercado por la comercializadora MindManager, de Úbeda (Jaén).
Según ha explicado el empresario jiennense José Domingo Quesada Anguís, este aceite, con una tirada inicial de 2.000 botellas de cristal de 500 mililitros, procede de la campaña anterior aunque no ha sido envasado hasta ahora para que no perdiese sus propiedades.
La cata del aceite revela que se trata de un frutado verde de hoja y tomatera, de intensidad media en nariz, con notas de manzana verde en segundo plano. En boca, resulta de paso sedoso, con cuerpo medio y equilibrio entre amargor y picor, dejando un ligero retrogusto de frutos secos.
Según Quesada, se trata de un picual, equilibrado, de cuerpo medio y cierta intensidad, pero versátil para poder ser utilizado en cocinas internacionales, ya que está previsto que se venda, además de en España, en Francia, Portugal, Italia y Alemania. Además, se han mantenido contactos con distribuidores en México y Brasil, si bien el canal de comercio electrónico será la plataforma prioritaria de venta.
La empresa MindManager ha apostado también por el lanzamiento al mercado de aceites con remembranzas históricas, como la variedad "Ferdinand", con mayor carácter y personalidad, en homenaje al rey Fernando; un coupage tributo a los Reyes Católicos, mezcla de ambos aceites; y una versión ecológica de "La Católica".
Estos aceites saldrán de una selección de los de mejor calidad de la próxima cosecha, que ya ha comenzado, y cuyas muestras podrían empezar a tener en unos veinte días.
En todos los casos, según el empresario jiennense, buscan "aunar la tradición milenaria que atesora la provincia de Jaén en la elaboración de aceites de oliva, con el carácter histórico que distingue a los productos de nuestra marca".
De hecho el nombre de "La Católica" surge de la finca de olivos propiedad de la familia, ubicada en la campiña de Úbeda, junto a Jódar, y por haber sido paso obligado de la regente, a finales del siglo XV, en sus desplazamientos desde Castilla a la ciudad de Granada.
Una iniciativa que lleva rondando al empresario desde 1999, pero que no ha sido hasta hace un año cuando se ha vuelto a retomar, pero de "forma tranquila", ya que consideran que la calidad del producto es lo más importante.
