Con una producción pequeña, 30.000 litros, esta compañía familiar sortea la crisis gracias a la explotación turística -explican la cultura del olivo con visitas al campo, almazara, museo, centro de interpretación y actividades como catas.
La compañía Basilippo apunta al oleoturismo, la exportación y la innovación en los diseños como claves de éxito de la oleícola sevillana (Carmona): ya suma 8.000 visitas anuales a su finca y almazara y acaba de desembarcar en EEUU donde quiere colocar hasta 10.000 botellas gracias a Internet.
Con una producción pequeña, 30.000 litros, esta compañía familiar sortea la crisis gracias a la explotación turística -explican la cultura del olivo con visitas al campo, almazara, museo, centro de interpretación y actividades como catas-, que les genera visitas, muchas de ellas de norteamericanos, además de ventas directas en la explotación, subraya el director general, Juan Antonio Morillo.
Sus aceites aterrizaron en enero en Estados Unidos tras alcanzar la firma un acuerdo con una compañía que los comercializa a través de Internet y, según puntualizó Morillo, muchos de sus clientes son norteamericanos que visitaron su finca en la localidad sevillana. Si se cumplen sus expectativas allí, tienen potencial para colocar el 10 % de todas sus ventas, unos 2.500 litros.
La calidad del producto y el diseño de los envases es una de las bazas que cuentan para progresar al otro lado del Atlántico, a lo que ayudarán -según confía- los últimos galardones conseguidos.
En concreto, su "Basilippo Aromas", el aceite de oliva virgen extra aromatizado con vainilla natural recibió la medalla de plata en la categoría "Flavored Blends" en la XIV edición de Los Angeles International Olive Oil Competition (California, EEUU).
Fue uno de los cinco galardones obtenidos por Basilippo en el certamen más importante de Estados Unidos, uno por cada producto presentado a concurso y otros dos al packaging del producto.
Por su parte, "Basilippo Aromas Naranja" se trajo la Medalla de Bronce en la categoría "Orange Flavored" y el Premio Especial del Jurado al mejor envase: para su comercialización eligió una botella de diseño innovador, obra de su hermana Belén Morillo, que trata de transmitir la "potencia estética y aromática de Sevilla".
De momento, Japón y Canadá, junto a EEUU, se consolidan como sus grandes clientes en el mercado exterior -que absorbe ya el 50 % de sus ventas- por delante de México -también prioritario para la oleícola andaluza-, Reino Unido, Francia o Austria, mientras sondean oportunidades en Brasil "donde tenemos algún contacto".
Sobre el mercado español, apuntó las dificultades para los aceites gourmet -botellas más pequeñas de cristal opaco y cuidados diseños- para hacerse un hueco en los lineales en hiper o supermercados porque, en tiempos de crisis, el consumidor -comenta- se decanta más por "las garrafas de plástico de cinco litros", que se usan para todo, ya se trate de guisar, freír o untar tostadas.
"Falta mucho tiempo para que todas las casas tengan varios tipos de aceites de oliva para utilizar en diferentes platos", ha afirmado el directivo, aunque confía en que el cambio en los hábitos de consumo serán cuestión de tiempo en España.
Lejos de plantearse grandes ambiciones, la compañía apuesta por un crecimiento sostenible y meditado: "nuestra agroindustria se nutre de las sinergias de las visitas y ventas directas y queremos seguir aumentando los resultados, siempre en cantidades pequeñas y poquito a poquito", agrega el director general.
