Besana Portal Agrario

El Gobierno espera que "a corto plazo" la Comisión Europea (CE) y Marruecos celebren "la sexta y definitiva ronda de negociación" para conseguir un nuevo acuerdo pesquero, según ha afirmado en una respuesta parlamentaria.

El Ejecutivo ha señalado, sin embargo, que la fecha de dicha reunión aún no está fijada, en una contestación a una pregunta de la diputada socialista Consuelo Rumí acerca de la situación de dichas negociaciones. "Tanto Marruecos como la CE han mostrado un gran interés y una buena disposición por concluir el acuerdo pesquero a la mayor brevedad", según el Gobierno. Pero ha recordado que existen "discrepancias" entre ambas partes en cuanto al montante de la compensación financiera que recibirá Rabat por permitir a la flota europea faenar en sus aguas y respecto a "algunas cuestiones relacionadas con la redacción de la cláusula de respeto de Derechos Humanos".

El Gobierno confía en que todos estos puntos puedan "dilucidarse" en la próxima ronda negociadora. Los representantes europeos y marroquíes celebraron en febrero en Rabat una quinta ronda de negociación, que concluyó sin compromiso. Entre los obstáculos que dificultan un pacto figuran las diferencias relacionadas con las poblaciones del Sahara occidental.

En la respuesta parlamentaria, el Gobierno cita las informaciones facilitadas por la comisaria europea de Pesca, María Damanaki, en abril, según las cuales ambas partes "habrían llegado a un acuerdo" sobre la contrapartida financiera del protocolo, "que sería ligeramente más elevada" que en el anterior.

Según esos datos, Marruecos había aceptado mejorar las condiciones de pesca en relación al protocolo anterior en cuestiones como la ampliación a la zona del sur del área de faena, mejor trato para algunos tipos de licencias o en condiciones técnicas para la flota y aumentos de cuotas de especies pelágicas (boquerón, sardina o arenque).

El último protocolo pesquero entre la UE y Marruecos terminó en diciembre de 2011, por el veto del Parlamento Europeo (PE), quien consideró que el convenio no respetaba lo suficiente los derechos de las poblaciones de la citada zona.

Su cese obligó a abandonar ese caladero norteafricano a 70 barcos españoles y 650 tripulantes, de Andalucía y Canarias.