La organización ha solicitado el apoyo de las autoridades para redoblar la vigilancia y control, tanto de las explotaciones agrícolas como de las ventas irregulares.
La Asociación Agraria Jóvenes Agricultores (Asaja) en Málaga ha denunciado la venta de aguacates y mangos inmaduros procedentes de robos, un fenómeno que se ha intensificado con la llegada de turistas a la Costa del Sol, y ha pedido más controles y vigilancia por parte de las autoridades.
El técnico de Frutas y Hortalizas de Asaja Málaga, Benjamín Faulí, ha explicado en un comunicado que el colectivo agrario está realizando una campaña de vigilancia de la venta de fruta inmadura a raíz de las numerosas denuncias realizadas por sus asociados en los últimos días.
Según Faulí, con la llegada masiva de turistas que demandan fruta tropical, se ha detectado la comercialización de aguacates y mangos "hasta dos y tres meses antes de su estado óptimo, con el consiguiente daño para el sector".
Ha recordado que esta mala práctica no es nueva, y ya el pasado año hubo robos de importancia por esas fechas en Vélez-Málaga y otros municipios de la comarca de la Axarquía, que afectó a piezas que estaban muy verdes y se deberían haber recolectado a partir de diciembre y no en pleno agosto.
Tras las observaciones realizadas por Asaja, se ha localizado aguacate inmaduro en algunas fruterías, almacenes mayoristas y puestos de venta de la provincia de Málaga, "cuyo origen es, como mínimo, dudoso".
"En algunos casos, estamos hablando de situaciones escandalosas, con fruta que no alcanza el mínimo comercial y que no madurará, y que se estaba vendiendo, ayer mismo, en distintos puntos, a 3 euros el kilo", ha añadido Faulí.
Asaja también ha observado, aunque en menor cantidad, la venta de mangos que no han alcanzado la calidad mínima para su consumo, un fenómeno que puede agravarse a medida que avance agosto y se acerque el inicio de la campaña de este fruto.
En este sentido, Faulí ha alertado de que se prevé una cosecha inferior a la de la campaña pasada y con previsión de buenos precios, "por lo que los ladrones están ya vigilantes" y los agricultores "deben estarlo más".
"Si la lucha contra los robos es eficaz, evitaremos también que los agricultores, por miedo a que les roben el fruto de un año de trabajo, recolecten antes de tiempo", ha agregado.
Asaja ha solicitado el apoyo de las autoridades para redoblar la vigilancia y control, tanto de las explotaciones agrícolas como de las ventas irregulares, que además de los daños directos que causan a los agricultores, ocasionan "un engaño" al consumidor, "que reniega del producto, lo que afecta a la economía de la zona".
El colectivo agrario ha pedido "sanciones ejemplares" para los intermediarios que compran o subastan mercancía que se sabe que es robada y que no cumple las condiciones mínimas de madurez para su consumo.
