El objetivo es revertir esta tendencia de consumo, haciendo el cordero más atractivo y facilitar su preparación.
Los productores del sector ovino tienen como principal objetivo "llevar el cordero a los hogares", es decir, potenciar su consumo en casa porque su demanda ha bajado "de manera espectacular en los últimos años".
Así lo asegura en una entrevista el presidente de la Organización Interprofesional Agroalimentaria del Ovino y el Caprino (Interovic), Rafael Crespo, quien detalla que la organización trata ahora de cambiar las pautas de consumo respecto al cordero con "la idea de meterlo en el menú semanal en el hogar".
Según la memoria 2012 de la Federación Madrileña de Detallistas de la Carne (Fedecarne), la carne de ovino/caprino es la menos degustada en los hogares españoles, con un consumo per cápita de 1,89 kilogramos al año y un gasto per capita de 18,99 euros.
Para Crespo, la carne de ovino tiene "dos hándicap": ser un "producto caro frente a otras carnes" y estar "muy ligado a las fiestas y celebraciones", por lo que se tiende a consumir en locales de restauración, actividad que sufre especialmente la crisis.
"El objetivo es revertir esta tendencia de consumo, haciendo el cordero más atractivo y facilitar su preparación, porque no todo tiene que ser una pierna al horno o una caldereta", destaca.
Apunta, además, que en otros países ya hay experiencias "exitosas" con las que "se ha cambiado la pauta de consumo de manera importantísima".
Según resalta, habrá una campaña de promoción en los próximos meses.
En este sentido, otra herramienta empleada por el sector para promocionarse es la Extensión de Norma del Ovino y Caprino, publicada en el BOE el 13 de septiembre de 2012.
Su objetivo es realizar actividades tendentes a promover la investigación, el desarrollo y la innovación tecnológica en el ovino y el caprino, así como acciones promocionales que redunden en beneficio del sector y la mejor información y conocimiento sobre las producciones y sus mercados en las campañas 2012/2013, 2013/2014 y 2014/2015.
Para ello, los productores aportan 0,05 euros por cada ovino y/o caprino que entra en el matadero, mientras que los comercializadores destinan otros 0,05 euros por cada canal.
Crespo precisa que hasta la fecha se han facturado cerca de 700.000 euros -cuando la estimación era cercana al millón de euros-.
Según sus datos, hay un grupo de industriales catalanes que no están cumpliendo las obligaciones recaudatorias, por lo que avanza que habrá sanciones al operador que no cumpla con la extensión de norma.
En cuanto al mercado exterior, valora la acogida que la carne de cordero español está teniendo en países árabes como Libia (en vivo) y Argelia (en canal).
A su juicio, estos países valoran la calidad de la carne de ovino española y aspectos como el tratamiento y manejo en las granjas y los mataderos.
Respecto al estado general de la ganadería, afirma que está pasando por una "crisis absoluta, a nivel europeo y español" y que en el caso particular del ovino, ha superado recientemente una reconversión, con el desacople de sus ayudas, lo que desencadenó una bajada "muy importante" en el censo de cabezas.
Una vez superada dicha situación, Crespo cree que el ovino "es de las producciones ganaderas que tiene un mejor presente, si se compara con el vacuno de carne, el vacuno de leche o el porcino ibérico".
En cuanto a la reforma de la Política Agraria Común (PAC) opina que "no ha atendido a la ganadería en general; atiende a otros intereses, es un absoluto desamparo a la ganadería, y no será ni una reforma, porque se deja en la misma situación" que la anterior.
