Esta cooperativa fue pionera en la producción de aceite ecológico y es referente nacional e internacional en este producto
La cooperativa “Sierra de Génave”, del municipio de Génave, ha formalizado su inscripción en el Consejo Regulador de la Denominación de Origen “Sierra de Segura”, de forma que se convierte en la almazara inscrita número 25. Esta entidad tiene una gran importancia dentro de la comarca segureña, ya que es una de las pioneras y líder a nivel nacional e internacional en la comercialización de aceite de oliva virgen extra ecológico.
“Sierra de Génave” es una cooperativa dedicada exclusivamente a la producción, envasado y comercialización de aceite de oliva virgen extra ecológico, y está certificada por el Comité Andaluz de Agricultura Ecológica. Fundada en 1989, cuenta en la actualidad con más de 100 socios dedicados exclusivamente a la producción de aceituna ecológica. Su aceite ecológico llega a los principales mercados nacionales e internacionales y destaca el hecho de que el 100% de la producción se vende envasada, lo cual aporta un valor añadido que revierte íntegramente a la comarca de la Sierra de Segura.
El secretario del CRDO “Sierra de Segura”, Francisco Moreno, se muestra muy satisfecho por el retorno de esta cooperativa al Consejo Regulador, ya que estuvo dentro en sus inicios y decidió salir hace unos diez años. “Para el Consejo es muy importante poder contar con una entidad que es todo un referente nacional e internacional en el aceite de oliva ecológico, ya que supone unir este concepto a la garantía de calidad que implica la certificación de nuestra Denominación de Origen”, indica. A partir de hora, el CRDOP llevará a cabo las auditorías y comprobaciones necesarias para certificar que los aceites de oliva virgen de la cooperativa “Sierra de Génave” cumplen con los exigentes requisitos de calidad que requiere la certificación por una Denominación de origen Protegida.
La cooperativa lleva 25 años apostando por la agricultura ecológica, un método de producción que no utiliza sustancias químicas, como pesticidas, fertilizantes de síntesis y aditivos. De este modo, se obtienen alimentos naturales y saludables de la máxima calidad, a la vez que se minimizan los efectos negativos sobre el medioambiente.
