El sector ha pedido que se vigile para que no entre pescado capturado ilegalmente, que compite deslealmente con el que extraen los españoles
La flota de palangre ha pedido al Gobierno que vigile si entra a la Unión Europea (UE) pez espada capturado con redes ilegales en Marruecos, además de denunciar los problemas que suponen los certificados que Bruselas quiere imponer a los transbordos de pesca congelada en aguas de países terceros.
Los palangreros de superficie asociados a la patronal de armadores Cepesca -150 barcos sobre todo de Galicia y Andalucía-, se han reunido con el secretario general de Pesca, Carlos Domínguez, para analizar los principales problemas que afectan a esta modalidad de flota.
Entre los andaluces, los palangreros de Almería han expresado sus "sospechas" sobre las importaciones de pez espada capturado con las "redes de enmalle a la deriva", un arte prohibido, según ha declarado el secretario general de Cepesca, Javier Garat.
El sector ha pedido al Gobierno que vigile para que no entre pescado capturado ilegalmente, que compite deslealmente con el que extraen los españoles. Según Garat, el Gobierno se ha comprometido a hacer "averiguaciones" para comprobar si está llegando al mercado comunitario pescado extraído con dichas redes proveniente de Italia o Marruecos.
En general, los palangreros de superficie han alertado de la situación "complicada" que atraviesa esta flota, por la caída de precios de especies como el pez espada (-11,4 %) o el marrajo (-28,1 %), ya que el mercado está "desestabilizado" debido a las importaciones, según Cepesca. Garat ha explicado que el Gobierno ya ha paralizado la entrada de pez espada de Vietnam.
Otro problema que afecta a esta flota y, en general, a los 244 barcos congeladores españoles, es la exigencia que quiere imponer la dirección general de Sanidad de la Comisión Europea (CE) para certificar el pescado congelado en alta mar.
En la actualidad, los buques de pabellón comunitario que operan en aguas de países terceros transbordan su pesca congelada, sin manipulación, a otros buques para que lleguen a los puertos comunitarios en contenedores.
La CE pretende ahora que esa clase de capturas obtenga un certificado sanitario del país donde se produce la operación de cambio de barco, lo que supone un problema importante de infraestructuras. Los palangreros han pedido al Gobierno que medie ante la CE para pedir que se aclare esa situación.
Por otra parte, los palangreros han solicitado que se modifique el período de vedas del pez espada en el marco de la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (CICAA o ICCAT). Actualmente la veda se aplica en octubre y noviembre y el sector quiere que esa prohibición se traslade a abril o mayo.
Por otro lado, los palangreros han denunciado las consecuencias de la política de que aplica la Unión Europea, que prohíbe totalmente el corte de aletas de tiburones, sin excepción.
Según Garat, el equipo de la Secretaría General de Pesca se ha comprometido a tener en cuenta los estudios de impacto del sector sobre las medidas relacionadas con los tiburones y a apoyarle en iniciativas para potenciar el consumo pesquero.