El optimismo parece extenderse en el puerto de Barbate ante la posibilidad que se abre ahora de regresar a tiempos mejores
Los pescadores de Barbate (Cádiz) aseguran que los casi tres años en los que no han podido ir a faenar a Marruecos han estado "malviviendo", con jornadas en las que no sacaban ni para combustible. Ahora ven con "esperanza" el regreso a ese caladero para que su puerto, ahora "fantasmal", vuelva a ser "como una feria".
El "Benamahoma", uno de los veinte pesqueros de Barbate que regresarán a pescar a Marruecos tan pronto como puedan, es hoy casi una metáfora de lo que significa para esta localidad gaditana, con un índice de desempleo que llega al 40 %, la noticia de que, por fin, el rey Mohamed VI ha firmado el protocolo con la UE que les permitirá volver a faenar al caladero vecino.
Al patrón de este pesquero, Rafael Oliva, y a parte de su tripulación, les ha tocado celebrar la noticia engalanando su pesquero, porque llevarán en procesión a la Virgen del Carmen, patrona de los pescadores y de Barbate. Una fiesta en la que este año, más que plegarias para que los políticos europeos y marroquíes se avinieran a renovar un acuerdo para que ellos puedan hacer lo que han hecho toda la vida, pescar en las aguas vecinas, se celebrará con la "esperanza" de que por fin se ha abierto "una puerta". "La noticia es esperanzadora. Si estás asfixiado y alguien te da un poquito de aire, pues bienvenido sea", cuenta Rafael Oliva, que, con 56 años, lleva casi 40 años faenando en Marruecos "con las interrupciones normales porque casi nunca se renovaba automáticamente, Marruecos siempre pide más". El "Benamahoma" tiene una tripulación formada por dieciséis marineros, entre ellos dos marroquíes establecidos por el acuerdo anterior y al que ahora, por imposición de Marruecos en el nuevo convenio, se añadirá uno más. "Hemos tenido que prescindir de un español", señala el patrón.
Las limitaciones de las cuotas en el Golfo de Cádiz y la bajada de los precios del pescado han hecho que durante todo este tiempo para ellos trabajar sea algo "casi ruinoso". Los marineros han tenido salarios "precarios no, lo siguiente", de unos 600 euros, según cuenta uno de ellos, Rafael Oliva, de 25 años e hijo del patrón del "Benamahoma". "Prácticamente el 90 por ciento de los barcos están empeñados, hay deudas por todos los lados", cuenta el patrón del pesquero, que asegura que la vuelta al caladero marroquí está todavía para ellos repleta de "incertidumbre".
"Según dicen, que tampoco lo sabemos con seguridad, vamos a tener que pagar un diez por ciento más por nuestras licencias, hasta ahora nos costaban unos 5.700 euros por trimestre", explica mientras se cuestiona si los bancos, en su situación, les prestarán el dinero.
La pregunta que les ronda a todos es si encontrarán en ese caladero el pescado en la misma abundancia y de la misma calidad de siempre. "La pesca nunca se sabe, hay años buenos y años malos, pero con que tengamos un año bueno ya compensa", dice sobre este nuevo protocolo que se ha firmado por cuatro años.
Al margen de esas incertidumbres, el optimismo parece extenderse en el puerto de Barbate ante la posibilidad que se abre ahora de regresar a tiempos mejores. "Ahora hay veces que es fantasmal total. Antes la lonja y el puerto de Barbate eran una feria, todo lleno de gente, de pescado y de actividad de día y de noche", dice Rafael Oliva hijo, que pronto irá por vez primera a pescar a Marruecos.
Serán unas jornadas más largas, pero también menos pesadas, porque sólo en recorrer las 120 millas que les separan del caladero suelen tardar unas ocho horas. Y también más fructíferas porque allí "se coge más pescado y de más calidad".
"Estamos contentos porque faenando en Marruecos es donde los pescadores de Barbate han podido hacerse una casita, comprarse un coche, hacerse una vida con un sueldo más digno que el que tenemos ahora", añade este marinero, uno de los que conducirá mañana por las aguas del puerto a la Virgen del Carmen.
