Corporación Tecnológica de Andalucía (CTA), que, junto con el Ministerio de Ciencia y Tecnología, apoya esta iniciativa de la empresa gaditana.
Bodegas Barbadillo ha iniciado un proyecto de investigación
para elaborar el primer espumoso andaluz, del que se embotellarán este año las
primeras mil botellas de la cosecha 2008 para catas, presentaciones y consumo
interno de la bodega, ya que su lanzamiento comercial no será hasta 2011.
Corporación Tecnológica de Andalucía (CTA), que, junto con
el Ministerio de Ciencia y Tecnología, apoya esta iniciativa que se enmarca en
un proyecto de investigación industrial de la empresa gaditana para desarrollar
nuevos tipos de vinos de calidad en Andalucía para abrir nuevas vías de
negocio.
CTA ha detallado que el proyecto aborda tres productos para
abrir o consolidar nuevos mercados como el lanzamiento del primer espumoso
andaluz, el desarrollo de un vino blanco acorde a los gustos del Norte de
Europa y la fijación de las características del vino tinto ya lanzado por la
bodega.
Para elaborar el primer vino espumoso andaluz mediante la
aplicación del método champenoise se utiliza un vino base de la variedad
palomino, autóctona de la zona vitícola del Marco de Jerez y tradicionalmente
empleada para elaborar vinos generosos de Jerez (fino, oloroso o amontillado).
La aplicación de dicho método, originario de la región de
Champagne (Francia), al vino de la variedad Palomino resulta innovadora en el
Marco de Jerez.
La entidad andaluza, dependiente de la Consejería de
Innovacción de Andalucía, ha recordado que los espumosos de Francia, Italia y
España lideran el mercado mundial de este tipo de vinos, entre los que destacan
el champagne francés y el cava español, situándose a gran distancia Alemania.
Pese a la fuerte concurrencia y dinamismo de EEUU y nuevos
países del hemisferio sur como Argentina, Chile, Sudáfrica y Nueva Zelanda en
el mercado de los vinos tranquilos, estos competidores emergentes todavía no
han entrado con fuerza en el sector de los espumosos.
El objetivo de Barbadillo, que se ha caracterizado por
buscar novedades enológicas como hizo con el blanco Castillo de San Diego o con
el tinto Gibalbín, es desarrollar un vino espumoso de calidad y con
personalidad propia, dirigido a consumidores que busquen innovación y calidad.
CTA ha señalado que en las últimas décadas, las bodegas
dedicadas tradicionalmente al mercado de vinos generosos han iniciado una
diversificación de su producción, sobre todo hacia la elaboración de tintos y
blancos.
Barbadillo, con sede en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz), ha
sido una bodega pionera en el lanzamiento de productos novedosos que pueden
abrir nuevas líneas de negocio para este sector y hacerlo más competitivo y
sostenible.
En esta línea, el proyecto también investiga la adaptación
medioambiental al Marco de Jerez y el potencial enológico de dos variedades de
uva blanca procedentes de climas fríos (Sauvignon Blanc y Verdejo) para
elaborar un blanco de calidad acorde con el gusto del consumidor extranjero.
En esta parte del proyecto, participa el grupo de
investigación de Microbiología Aplicada y Genética Molecular de la Universidad de Cádiz,
ha señalado el Centro.
Otra línea del mismo proyecto busca optimizar la maceración
y crianza de un vino tinto andaluz de forma que se consiga la mayor estabilidad
posible de su color, uno de los elementos diferenciales que ha identificado al
tinto Gibalbín, producido por Barbadillo; se prevé que el primer tinto crianza
salga en 2010.