Según datos de Apromar, la producción española de pescados marinos de crianza registró un crecimiento del 9% en 2008, hasta alcanzar las 43.996 toneladas.
La producción española de pescados marinos de crianza
experimentará un crecimiento de entre el 0 y el 3 por ciento en 2009, la tasa
más baja desde 2003, lo que la situará entre las 43.996 y las 45.284,98
toneladas, según la
Asociación Empresarial de Productores de Cultivos Marinos
(Apromar).
Así lo ha asegurado el gerente de la organización, Javier
Ojeda, quien ha señalado que esta tendencia también se mantendrá durante 2010,
mientras que en 2011 esperan "volver a la senda del crecimiento".
Según datos de Apromar, la producción española de pescados
marinos de crianza registró un crecimiento del 9% en 2008, hasta alcanzar las
43.996 toneladas; del 10,6% en 2007 (40.206 toneladas); del 38,7% en 2006
(36.402 toneladas); del 16,4% en 2005 (26.250 toneladas); del 8% en 2004
(22.545 toneladas); y del 12% en 2003 (20.770 toneladas).
Ojeda, que mañana intervendrá en la segunda jornada del XII
Congreso Nacional de Acuicultura que se celebra en Madrid, ha precisado que las
especies que experimentarán un mayor descenso en su producción serán el
rodaballo y la dorada.
Entre las causas que explican la caída generalizada de la
producción acuícola, ha apuntado a necesidad de conseguir un mercado
"libre y con igualdad de oportunidades", en el que la cadena de valor
se rija por condiciones "justas", aspectos que según ha señalado
coinciden con los principales "retos" actuales del sector.
En este sentido, ha indicado que se trata de un problema que
afecta a todo el sector primario y sobre el que la Administración
podría intervenir para "mejorar" las condiciones actuales, de forma
que cada parte de la cadena tenga un beneficio "suficiente".
Ha añadido que otro los retos del sector tiene que ver con
el marco jurídico en el que se desarrolla la actividad acuícola y,
especialmente, con los cánones de ocupación y con las tasas de algunos
productos en casos en los que, en su opinión, no deberían pagarse.
Ha indicado que otro de los desafíos es el de la innovación,
porque se trata de un sector relativamente reciente y con técnicas casi
artesanales, pero que conlleva un trabajo de "muchísima tecnología"
para mejorar la calidad de los productos y la rentabilidad de la empresas.
Ha asegurado que el sector también tiene que emprender, a
largo plazo, una labor de comunicación a la sociedad para explicar que los
peces se pueden producir, al igual que ocurre con los productos cárnicos o los
hortofrutícolas.