La normativa europea, en su Directiva 1999/74 sobre normas mínimas de alojamiento de las gallinas ponedoras, establece que para 2012 las granjas deben adaptarse a jaulas acondicionadas o a sistemas alternativos.
La adaptación de las granjas avícolas a la normativa
comunitaria de mejora del bienestar de las gallinas ponedoras supone un coste
adicional de producción para el sector de más del 25 por ciento, según ha
señalado la
Organización Interprofesional del Huevo y sus Productos
(Inprovo).
La normativa europea, en su Directiva 1999/74 sobre normas
mínimas de alojamiento de las gallinas ponedoras, establece que para 2012 las
granjas deben adaptarse a jaulas acondicionadas o a sistemas alternativos.
La directora de Inprovo, Mar Fernández, ha explicado que
adaptarse a dicha normativa genera al sector productor unos gastos corrientes
adicionales de entre un 8 y un 10 por ciento, y, además, que si se incluye la
inversión y su amortización, los costes de producción definitivos se
incrementan en más de un 25 por ciento.
Ha señalado que en la adaptación a la norma comunitaria
España se encuentra en la línea, o incluso mejor, que otros países de la Unión Europea (UE),
porque en torno al 25 por ciento de la jaulas están ya pre-acondicionadas o
acondicionadas, por lo que para que cumplan la directiva comunitaria solo
tienen o que hacer una inversión muy pequeña o incluso no hacerla.
Ha asegurado que la Comisión Europea
ha elaborado un informe sobre la situación de la adaptación a esta normativa a
nivel comunitario y, según concluye, todavía alrededor de dos terceras partes
de las gallinas criadas en jaulas convencionales están sin adaptar.
Estos datos reflejan, en su opinión, que la aplicación de la
normativa está suponiendo un esfuerzo importante para el sector.
Ha destacado que el productor que ya ha hecho el cambio a
jaula acondicionada, no ha encontrado de momento ninguna ventaja porque no
existe una valoración en el mercado del producto obtenido a través del nuevo
sistema.
Ha afirmado que la disyuntiva es cómo se van a cambiar todas
las granjas que aún no lo han hecho y ha añadido que es difícil que se haga
para el 1 de enero de 2012, teniendo en cuenta la financiación con la que
cuenta el sector y la actual coyuntura económica.
"Vamos al 2012 con un riesgo claro de no
adaptación", ha aseverado Fernández, que ha calificado de
"contradictorio" que tanto la Comisión Europea
como la Administración
española apoyen este tipo de producción y no destinen presupuesto para ello.
En este sentido, ha lamentado que en la mayoría de las
Comunidades Autónomas sus Planes de Desarrollo Rural no recojan una línea de ayuda
que vaya referida a esta normativa.
Respecto a las negociaciones de la Ronda de Doha en la Organización Mundial
del Comercio (OMC), ha reclamado que se aplique el modelo europeo de producción
a las importaciones de huevo y ovoproductos de terceros países, para tener
capacidad de competir y evitar que el sector europeo se haga "cada vez más
pequeño".
Ha recalcado que en la
UE el modelo de producción es más exigente que esos países,
tanto por los costes como por las condiciones impuestas en la propia normativa
comunitaria.
España cuenta con un parque de gallinas ponedoras de unos 45
millones de animales, cifra que representa aproximadamente un 11 por ciento del
censo total de la Unión
Europea, que se sitúa en torno a 400 millones de animales.
El sector avícola de puesta español produce al año casi 900
millones de docenas y exporta cerca de 128.000 toneladas, lo que convierte a
España en el tercer país productor europeo por detrás de Francia e Italia.