Los agricultores mantienen que con lo que les pagan en origen no cubren ni la quinta parte de lo que les cuesta cultivarlos, recolectarlos y llevarlos hasta los almacenes para que sean distribuidos.
Agricultores de la costa de
Granada han tirado a la playa de Carchuna, anejo de Motril, y en otros puntos del
litoral más de 700.000 kilos de pepinos en señal de protesta por los precios de
origen de este producto, que les hace perder más de 0,30 euros por kilo
recogido.
La pretensión de los
agricultores es destruir durante esta semana más de seis millones de kilos de
pepino holandés para intentar que los precios suban algo y resulte rentable la
recogida, ha apuntado Arsenio Frias, portavoz de los horticultores.
La medida, que se acordó
realizar el pasado viernes, está siendo secundada por los agricultores de
Carchuna-Calahonda y los de Castell de Ferro, entre otros, y a ellos se podrían
unir en los próximos días los del Poniente almeriense.
Según Frías, este acto
reivindicativo se ha llevado a cabo por la difícil situación que atraviesa el
sector.
"Tenemos que destruir
el cien por cien del producto para desatascar las plataformas y que así suban
los precios", ha dicho Frías, que ha animado al resto de agricultores y de
componentes del sector a unirse en un frente común.
Los agricultores mantienen
que con lo que les pagan en origen no cubren ni la quinta parte de lo que les
cuesta cultivarlos, recolectarlos y llevarlos hasta los almacenes para que sean
distribuidos.
Según Frías, el coste de
producción es de unos o,45 euros y actualmente se están pagando a O,08 euros,
mientras que el consumidor lo encuentra en cualquier tienda a 1,70 euros el
kilo .
La protesta seguirá
realizándose durante toda la semana y será el Ayuntamiento de Motril y la ELA de Carchuna -Calahonda, a
petición de los agricultores, los que recojan toda la producción desechada para
trasladarla a la planta de tratamiento y dejar la zona en perfecto estado.
El pepino holandés acapara
el 70 por ciento de la producción de toda Europa entre la costa granadina y
almeriense.
