Así lo ha detallado el director gerente de la Federación de Arroceros de Sevilla (FAS), Manuel Cano.
Los productores de arroz de Sevilla
han previsto que este año se sembrará la totalidad de la superficie
arrocera de la región, 36.600 hectáreas, y se espera una "producción
en torno a 350.000 toneladas, con un rendimiento medio de 9.000 o
10.000 kilos por parcela" para 2010.
Así lo ha detallado el director gerente de la Federación de
Arroceros de Sevilla (FAS), Manuel Cano durante una visita celebrada
esta semana a los arrozales del municipio sevillano de Isla Mayor y
realizada junto con representantes de la industria fitosanitaria y
de la Unión Europea.
En cuanto a los precios, Cano ha recordado que "ha habido un
época larga de estabilidad, pero que, desde hace dos años, los
precios se han hundido".
En este sentido, ha puesto como ejemplo que en la bolsa italiana
esta semana "el precio del grano en cáscara está en torno a 195 ó
210 euros la tonelada", mientras que la cosecha pasada se vendía por
valor de "240 ó 270 euros" la tonelada.
Los productores sevillanos, en su opinión, no pueden competir con
los precios de los exportadores del sudeste asiático, Tailandia y
Vietnam, que comercializan el "arroz en blanco" a 340 ó 350 dólares
tonelada (277 ó 285 euros).
Por otra parte, Manuel Cano ha hecho hincapié en que el 98 por
ciento de la producción sevillana de arroz utiliza la técnica
integrada, que aprovecha al máximo los recursos naturales y reduce
el uso de fitosanitarios, con un equipo técnico de 64 ingenieros que
controla las parcelas, que se adaptan a una serie de normativas para
preservar los hábitat o faunas salvajes.
Cano ha pormenorizado que, en cuanto al terreno, es obligatoria
la adecuada nivelación de la tierra, para lo que se prohíbe el arado
de disco y se recomienda nivelar con láser, y sembrar semillas
certificadas.
Los agricultores, ha subrayado, anotarán en un cuaderno de
explotación, actualizado semanalmente, las incidencias del cultivo y
las labores que se llevan a cabo en el terreno para establecer el
plan de abonado de la finca.
Según ha destacado, el principal problema que tiene la
agricultura de siembra son los "quironómidos" o gusanos rojos que se
"comen" la raíz, y para luchar de modo natural contra ellos "se baja
el nivel de encharcamiento de la parcela para que el agua se
caliente y el arroz salga antes", y así se evitan los insecticidas.
El director gerente de FAS ha indicado que con estos "parámetros"
se consigue producir más, y que por ejemplo el rendimiento de la
parcela, previo a la aplicación de las técnicas integradas, era de
7.500 kilos por hectárea, y en la actualidad está en torno a los
9.500 kilos por hectárea.
En ese sentido, el director general de la Asociación Empresarial
para la Protección de las Plantas (Aepla), Carlos Palomar, ha
recordado que estas técnicas de "control integrado de
plagas" serán obligatorias a partir de 2014.
Palomar ha apuntado que la nueva directiva no va a incidir en el
sector arrocero sevillano, sino que va poner en valor las prácticas
integradas que están realizando en la zona desde hace años y que
repercuten en el reconocimiento por parte del consumidor de la
calidad del producto.
Según Víctor Muñoz, investigador del departamento de Ciencias
Sociales de la Universidad San Pablo de Olavide, de Sevilla, "la
viabilidad de la comarca depende del arroz", ya que en términos
agronómicos "no hay otra alternativa de cultivo" debido a la humedad
en el terreno y a la salinidad del agua del río Guadalquivir.
Muñoz ha detallado, además, que las fuertes precipitaciones, que
durante otoño e invierno han llenado el caudal del Guadalquivir, han
propiciado que esta primavera se siembre en la región toda la
superficie destinada al cultivo.