La publicación va dirigida a los agentes de medioambientales y a los efectivos del SEPRONA de la Guardia Civil y de la Policía Autonómica
El consejero de Medio Ambiente, José Juan Díaz Trillo, ha presentado
en Córdoba un manual de formación destinado a erradicar el uso ilegal
de venenos y dirigido a los agentes medioambientales, del Servicio de
Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de la Guardia Civil y del la
Policía Autonómica. La publicación, editada por la Junta de Andalucía,
sirve también para mejorar en su ámbito de actuación el conocimiento de
los aspectos técnicos y normativos en esta materia.
Para Díaz
Trillo esta nueva herramienta formativa es una muestra más de la
cantidad de recursos invertidos en la preparación de los profesionales
que trabajan de cara a la gestión y preservación del medio natural
andaluz.
El consejero ha recordado que Andalucía cuenta desde el
año 2004 con una Estrategia para la Erradicación del Uso Ilegal de
Cebos Envenenados, que contempla 60 medidas de acción que han originado
un descenso de entre el 30 y el 40% del uso de venenos en el campo
andaluz. Entre los principales beneficiados de esta reducción se
encuentran las poblaciones de aves carroñeras y otras rapaces, cuya
densidad se ha recuperado notablemente en los últimos años. Según Díaz
Trillo, "esto coloca a la región andaluza en vanguardia en la lucha
contra el uso ilegal de venenos".
El consejero ha destacado la
línea de trabajo que ha establecido la Junta para prevenir y
sensibilizar a la población en general y a los colectivos de ganaderos
y cazadores, en particular para erradicar el uso de tóxicos.
Unidades caninas especializadas
En
el marco de la Estrategia se han puesto también en marcha otras
actuaciones novedosas como la formación de las Unidades Caninas
Especializadas, una iniciativa pionera en España. La región andaluza
cuenta con dos equipos integrados por unos 15 perros y en sólo cinco
años se han ejecutado más de 1.400 inspecciones en cotos de caza y
explotaciones ganaderas andaluces.
El titular de Medio Ambiente
ha asegurado que para que este esfuerzo de detección resulte más
eficaz, "se han establecido mecanismos de cooperación con fuerzas
policiales y fiscalías, formación de alto nivel para forenses y
analistas, mejora de detección de tóxicos, y formación específica en
investigación para cuerpos de agentes de medio ambiente, Guardia Civil
y Policía Autonómica".
El apoyo judicial a las actuaciones de
Medio Ambiente también es un punto relevante en la lucha contra el
veneno. En este sentido, el consejero ha recordado que se han producido
dos sentencias que han supuesto para sendos cotos andaluces la
imposición de multas por valor de 200.000 y 60.000 euros, además de la
suspensión cinegética por un período de cinco años. En palabras de Díaz
Trillo, "el poder judicial está cada día más sensibilizado con el medio
ambiente; y en la lucha contra el veneno la implicación de los jueces y
la aplicación de la justicia suponen una de las más importantes
alianzas estratégicas".
El uso de veneno en el medio natural es
una de las mayores amenazas para la conservación de la biodiversidad,
una práctica ilegal que causa muertes indiscriminadas entre la fauna
andaluza. Los venenos se emplean fundamentalmente como método no
selectivo para acabar con diversas especies de predadores, una práctica
que según Díaz Trillo supone "culpar a determinadas especies amenazadas
de la escasez de piezas de caza, obviando otros factores realmente
críticos, como la pérdida de hábitat, la intensificación agrícola o la
proliferación de infraestructuras".