Los restos del vino de Jerez tienen una alta concentración de componentes químicos de elevado poder anti-oxidante.
El vino de Jerez se ha incorporado a
la lista de productos alimentarios -como el aceite o la uva- que se
utilizan como base de líneas de cosméticos para el cuidado de la
piel, gracias al trabajo conjunto de un grupo de investigadores de
la Universidad de Cádiz y un laboratorio jerezano.
El resultado de esta colaboración ha sido la creación de una gama
de productos para la hidratación, la exfoliación y, especialmente,
la lucha contra el envejecimiento de la piel, denominada
"Enocosmética Skinwine", según han explicado fuentes de la
investigación.
El catedrático y profesor de la Universidad de Cádiz, Carmelo
García, ha detallado que el proyecto nació hace más de seis años en
el departamento de Química Analítica, cuando comenzaron a investigar
las cualidades saludables del vino.
García ha resaltado que estos primeros trabajos permitieron
descubrir que los restos del vino de Jerez tienen una alta
concentración de componentes químicos de elevado poder
anti-oxidante, exfoliante e hidratante.
Los investigadores detectaron que, por ejemplo, los orujos y las
lías del Jerez acumulaban -en mayor cantidad que otros caldos- un
gran número de moléculas antioxidantes, llamados polifenoles, así
como aminoácidos y ácidos grasos esenciales.
Según García, también se descubrieron bitartratos -sustancias de
efecto hidratante y exfoliante- en la etapa de enfriamiento del
Jerez, así como levaduras con gran capacidad de regeneración celular
en las cabezuelas, un resto del proceso de vinificación.
Una vez detectadas todas estas sustancias, el laboratorio comenzó
a hacer pruebas de distintas productos para la piel, y se realizaron
estudios clínicos con voluntarios para comprobar si el resultado era
eficaz, ha destacado el responsable de formulaciones de uso
cosmético de Skinwine, José Manuel Carbajo.
Carbajo ha indicado que las pruebas demostraron que el efecto de
los nuevos cosméticos era inmediato y que lograban suavizar la piel
y darle luminosidad.
Según ha pormenorizado, el vino de Jerez genera estas sustancias
de forma espontánea durante su proceso de vinificación, mientras que
la uva ha de ser sometida a un cierto "estrés" para que los
produzca, y que la concentración de activos anti-envejecimiento es
mucho mayor en los caldos.
La salida al mercado de estos productos se ha llevado a cabo
siguiendo el concepto "cabin & home", es decir, mediante la
creación, por un lado, de productos que sólo pueden ser utilizados
por profesionales en centros de belleza, y por otro, de una línea
complementaria para uso en el domicilio.
"Hemos elegido el canal profesional porque si entras como un
producto de venta masivo, normalmente el cliente -la gran
superficie- te marca el precio de venta y hasta el tipo de envase
que debes usar, con lo cual, puedes vender mucho, pero no puedes
tener ese 'glamour' que pretendemos que tenga el producto", ha
asegurado el asesor médico de Skinwine, Cristóbal Corchado.
Corchado ha precisado que, sin embargo, no quieren que se
convierta en un cosmético "elitista", sino de "gama media".