El barco se encuentra hundido en las costas de Cádiz desde septiembre de 2007.
La Audiencia Provincial de Cádiz ha
aceptado el reflotamiento del pesquero "Nueva Pepita Aurora",
hundido en las costas de Cádiz en septiembre de 2007 en un naufragio
en el que murieron ocho marineros, para hacer un análisis pericial
que determine las causas del siniestro.
En un auto fechado el pasado 25 de
mayo, la Sección de Algeciras de la Audiencia Provincial de Cádiz
estima el recurso presentado por varias partes personadas en el
proceso contra la decisión del juzgado de instrucción de no admitir
esta prueba.
La Audiencia estima ahora que "el reflotamiento y análisis
pericial del buque" es "conveniente" y "de especial interés" porque
con el "cabrá concluir la causa o causas determinantes del
accidente", atendiendo "las divergencias que se constatan" sobre las
mismas en los informes practicados hasta ahora en la investigación.
El abogado Jesús Gómez Grosso, defensor del patrón del "Nueva
Pepita", imputado en la causa, había solicitado esta prueba para
demostrar su teoría de que el "Nueva Pepita Aurora" se hundió porque
fue construido con unas características distintas a las que se
solicitaron en el proyecto.
El barco, según el abogado, llevaba nueve años navegando sin
problemas, pero "nunca coindicieron todas las circunstancias que se
dieron aquel día", el 5 de septiembre de 2007, cuando en medio de un
gran temporal, se hundió en aguas del Estrecho de Gibraltar cuando
regresaba de faenar en Larache (Marruecos), en un siniestro en el
que ocho marineros pudieron ser rescatados con vida, otros cinco
fallecieron y tres desaparecieron.
"Desde nuestro punto de vista, si el barco tenía un defecto de
construcción, no debió ser despachado y por tanto, la causa del
hundimiento no es imputable a mi cliente, sino a quienes lo
construyeron y lo autorizaron a navegar. Mi cliente se ha dedicado a
pescar en un barco que compró. Es lo mismo que si compras un coche
con un defecto en los frenos y un día, por este fallo, atropellas a
un peatón", ha explicado el letrado.
El informe de la Comisión de Investigación de Siniestros
Marítimos de la Dirección General de la Marina Mercante achacó las
causas del siniestro a dos factores: que el peso de las redes era
muy superior a lo permitido (8,5 toneladas frente a las 2 que debía
portar) y, sobre todo, a que el barco disponía de unos agujeros de
desagüe que se encontraban taponados.
Sin embargo, la Audiencia Provincial de Cádiz señala ahora que es
necesario reflotar el buque para un análisis pericial por entender
que es necesaria "la inspección ocular y directa" del mismo para
estudiar las causas del naufragio y explica que la doctrina
jurisprudencial "ha recordado reiteradamente la relevancia que
adquiere el derecho a la prueba" para garantizar un juicio justo.
El patrón del barco está en libertad, sin medidas cautelares,
pero imputado de varios delitos de homicidio y lesiones por
imprudencia y contra la seguridad en el trabajo ya que uno de los
marineros no estaba dado de alta como trabajador.
El reflotamiento del barco había sido solicitado "repetidas
veces" y siempre había sido denegado por el elevado coste económico
de la prueba y porque "se entendía que el informe de la comisión"
era determinante, aunque, según el abogado, fue realizado por un
organismo de la Administración "que es la que visó el proyecto" del
barco y por tanto "sería parcial", según el abogado, que asegura que
aún no hay fecha para que el "Nueva Pepita Aurora" sea sacado del
fondo del mar.