La empresa promotora, Cardiles Oil Company, ha colocado la primera piedra en Cañete de las Torres (Córdoba).
El municipio cordobés de Cañete de
las Torres acogerá la primera planta de biocarburantes con orujillo
del mundo, que evitará la emisión de 26.100 toneladas de dióxido de
carbono a la atmósfera y destaca por el mínimo consumo energético,
el uso de materia prima autóctona y el nulo consumo de agua.
La empresa promotora, Cardiles Oil Company, ha colocado la
primera piedra de esta planta, que utiliza por primera vez la
tecnología "Kurata" para el reciclaje de biomasa y la obtención de
biocombustibles de segunda generación y procesará unas 40.000
toneladas de orujillo al año, que servirán para producir 10.000
toneladas de biocomustible anuales, según ha informado la empresa en
un comunicado.
Este sistema, que permite el procesamiento de prácticamente todos
los residuos para obtener biocarburantes, diesel, gasolina y
queroseno, ha sido probado con éxito en Japón para el tratamiento de
fuel pesado, plásticos y aceites minerales, pero no existe ninguna
experiencia comercial con biomasa de este proceso a nivel mundial.
El proyecto, que cuenta con un incentivo de 1,4 millones de euros
de la Consejería de Economía, Innovación y Ciencia, a través de la
Agencia Andaluza de la Energía, supondrá una inversión de 14
millones de euros por parte de la empresa, que ha calculado para
noviembre el final de las obras de construcción de la planta.
A través de los resultados obtenidos en el funcionamiento de esta
planta se pretende demostrar la eficiencia y ventajas de este
sistema frente a otros que ya se ha comprobado que son poco
rentables por sus elevados costes.
Desde un punto de vista económico, se obtiene un combustible
rentable y ecológico, con un proceso limpio y cuidadoso con el medio
ambiente, generando riqueza de residuos de la agricultura, ganadería
e industria, que resultan contaminante y perjudicial para el medio
ambiente.
Esta misma empresa tiene previsto desarrollar otro proyecto en
Almería, que comenzará a partir del a puesta en marcha de la planta
de Cañete de las Torres y que procesará cerca de 200.000 toneladas
al año de residuos vegetales procedentes de los invernaderos.