A 28 de junio, la cotización del trigo blando en almacén, nacional y/o importado se situó en 147,32 euros por tonelada de media.
La campaña de comercialización de
cereales 2009/2010 ha concluido con precios entre un 1,9 y un 25 por
ciento más bajos que hace un año, según el cultivo, una tónica que
ha predominado a lo largo de este periodo, que también ha registrado
repuntes puntuales debido a movimientos en el mercado internacional.
A 28 de junio, la cotización del trigo blando en almacén,
nacional y/o importado se situó en 147,32 euros por tonelada de
media, un 1,9 por ciento menos que en la misma fecha de 2009,
mientras que en trigo duro, el descenso fue del 25 por ciento, hasta
157,75 euros por tonelada.
En el caso de la cebada, la cotización descendió hasta los 124,01
euros por tonelada, un 8,6 por ciento menos que un año antes, según
los datos de la Asociación de Comercio de Cereales y Oleaginosas de
España (Accoe).
Durante toda la campaña, que comenzó el 1 de julio de 2009, se
han registrado los precios más bajos desde 2007, debido, entre otras
razones, a un descenso de la demanda de cereales para pienso por la
caída de la cabaña ganadera.
Los operadores del mercado aseguran que el consumo de cereales se
ha reducido en esta temporada entre un 10 y un 12 por ciento, lo que
supondría entre 3 y 4 millones de toneladas menos.
Además, el mercado nacional ha estado plano estos meses y se ha
caracterizado por operaciones a muy corto plazo, casi al día.
La campaña de comercialización 2010/2011, parte
con un stock final de 2,56 millones de toneladas, de las que 1,36
millones de toneladas corresponden a cebada, 550.000 a trigo duro,
450.000 a trigo blando y 200.000 a maíz.
La principal novedad para los próximos meses viene marcada por el
"chequeo médico" de la Política Agraria Común (PAC) que realizó
modificaciones en el sistema de intervención, hasta ahora para todos
los cereales.
En este sentido, la intervención tan sólo se mantendrá para el
trigo blando y para una cantidad máxima de 3 millones de toneladas,
mientras que para el resto de cultivos dependerá del desarrollo de
la campaña y será la Comisión Europea quien decida su apertura, pero
a través de licitaciones.
Para esta campaña, las previsiones apuntan que la cosecha será
superior a la de 2009, cuando se recolectaron en torno a 13,5
millones de toneladas, casi un 30 por ciento menos que en 2008.
A nivel europeo, las estimaciones de producción no son malas y se
sitúan entre 283 y 286 millones de toneladas, mientras que en el
ámbito mundial también se espera una buena cosecha (más de 1.700
millones de toneladas), pero con la duda del consumo, que si se
recupera puede animar el mercado.
Sin embargo, los elevados stocks europeos y mundiales a final de
campaña no hacen prever subidas espectaculares de precios y la
paridad euro/dólar puede marcar la evolución de las cotizaciones y
hacer que los cereales europeos sean muy competitivos, como ocurre
en estos momentos, o dejen de serlo.
España, por su carácter deficitario, tendrá que importar del
orden de entre 8 y 10 millones de toneladas de cereales, por lo que
nuestros precios seguirán estando muy ligados a lo que suceda en el
exterior.