Su objetivo es una explotación racional, responsable y sostenible de los recursos pesqueros de acuerdo con la normativa comunitaria, internacional y el Código de Conducta para la Pesca Responsable de FAO.
El Consejo de Ministros ha aprobado el Anteproyecto de Ley de Pesca
Sostenible, cuyo objetivo es una explotación racional, responsable y
sostenible de los recursos pesqueros, de acuerdo con la normativa
comunitaria, internacional y el Código de Conducta para la pesca
responsable de FAO.
Se trata de garantizar que el aprovechamiento de los recursos
marinos vivos se realice bajo unas condiciones económicas,
medioambientales y sociales sostenibles y que la práctica de esta
actividad esté comprometida con la protección del medio marino.
El texto incorpora el nuevo régimen de lucha contra la pesca
ilegal, no declarada y no reglamentada (IUU), considerada como una de
las mayores amenazas para la gestión y aprovechamiento de los recursos
marinos vivos y de la biodiversidad marina así como una competencia
desleal para el sector pesquera que cumple con la legalidad.
En este sentido, se promueven medidas para desalentar y perseguir
la pesca IUU. Para ello, se establecen fuertes controles de las
importaciones de productos pesqueros en el territorio comunitario; se
refuerzan las normas por las que se rige el acceso a los puertos de los
buques pesqueros que enarbolan pabellón de terceros países y se
implantan medidas sancionadoras para evitar y disuadir el ejercicio de
la pesca IUU.
El texto también integra las directrices comunitarias en materia
medioambiental establecidas en la Directiva Marco sobre Estrategia
Marina, cuya prioridad es alcanzar o mantener un buen estado
medioambiental del medio marino comunitario, perseverar en su
protección y conservación, y evitar su deterioro, en el marco de una
política marítima integrada.
Por otra parte, se refuerzan y regulan otras actividades de acceso
a los recursos distintas de la actividad pesquera profesional,
relacionadas con el medio marino, cuyo alcance e impacto en la
sostenibilidad de los recursos ha de tenerse en cuenta, tales como la
pesca de recreo, la extracción de algas o flora marina y el
aprovechamiento del recurso marino vivo para acceder a su material
genético.
Además, se aborda la protección de especies protegidas, el fomento
de la investigación oceanográfica-pesquera y de la innovación en
técnicas y artes más selectivas de la pesca, en eficiencia energética y
en gestión de residuos, entre otras disposiciones.
Asimismo, se pone de manifiesto la importancia y el auge de la
acuicultura como actividad económica, complementaria de la pesca
marítima ya que supone una fuente alternativa de alimentos de origen
marino y abastecimiento del mercado, teniendo en cuenta la tendencia
actual al ajuste de la capacidad de pesca en aras del principio de
sostenibilidad.