El sector acuícola español produjo el pasado año 23.690 toneladas de dorada, lo que supuso una caída del 1 por ciento respecto al año anterior.
La producción de dorada de crianza
-primera especie, por volumen, del sector acuícola español- podría
caer hasta un 5 por ciento en 2010, según datos de la entidad de
análisis del comercio pesquero mundial Globefish.
Según un informe elaborado por dicha organización -adscrita a la
Organización de la Naciones Unidas para la Agricultura y la
Alimentación (FAO)- las previsiones más "optimistas" estiman que la
producción de esta especie se mantendría estable en el presente
ejercicio, mientras que las más pesimistas auguran una caída del 5
por ciento.
El sector acuícola español produjo el pasado año 23.690 toneladas
de dorada, lo que supuso una caída del 1 por ciento respecto al año
anterior, la primera que se registra en la cría de esta especie
desde que comenzó a producirse en España, según datos del Informe
Anual de la Asociación Empresarial de Productores de Cultivos
Marinos (Apromar).
Dicho informe preveía, además, un descenso del 2,6 por ciento
para 2010, cifra que mejora en 2,4 puntos porcentuales las
estimaciones de Globefish.
Por lo que respecta a la producción de lubina -segunda especie,
por volumen, en España-, el informe de Globefish también augura una
caída del 5 por ciento en 2010, aunque la proyección más optimista
apunta a un mantenimiento de la producción.
La acuicultura española produjo 13.840 toneladas de lubina en
2009, lo que supuso un 40,7 por ciento más en tasa interanual, según
los datos de Apromar.
Sin embargo, las previsiones de esta organización apuntaban a una
caída del 11,2 por ciento para 2010, cifra que empeora en 6,2 puntos
porcentuales las previsiones de Globefish.
Según la entidad adscrita a la FAO, las previsiones de producción
de dorada y lubina para España están en línea con las estimaciones
del resto de los grandes productores del área del Mediterráneo.
Globefish ha explicado que dichos estados verán reducida su
producción -tanto de dorada y lubina, como de otras especies
acuícolas- como consecuencia de la desaceleración de la demanda
provocada por la crisis económica, los cierres de empresas, la
reducción de personal y los conflictos con otros sectores -como el
turístico- por el espacio disponible para la creación de granjas.
Además, ha destacado que el sector considera que se ha reducido
el poder de negociación con la distribución minorista, lo que ha
empujado los márgenes de beneficio a un nivel "insostenible".