El Ejecutivo comunitario ha aprobado la propuesta de reglamento del pacto alcanzado entre Bruselas y Rabat.
La Comisión Europea ha
presentado el proyecto legal del nuevo acuerdo agrícola con
Marruecos, que deberá ser ratificado por la UE para su entrada en
vigor, por lo menos en 2011, informaron fuentes
comunitarias.
El Ejecutivo comunitario ha aprobado la propuesta de reglamento
del pacto alcanzado entre Bruselas y Rabat, que entre sus puntos más
polémicos incluye concesiones a las importaciones de tomate
marroquí.
El convenio deberá ser aprobado formalmente por el Consejo de
ministros de la UE y por el Parlamento Europeo (PE) y de otro lado,
por el rey de Marruecos, con lo que está previsto que no se aplique
hasta bien avanzado 2011.
Los representantes europeos y marroquíes alcanzaron el pasado mes
de noviembre un compromiso, con el que concluyeron cuatro años de
negociaciones para renovar el protocolo agrícola del Acuerdo de
Asociación entre ambas partes.
Entre las concesiones europeas a Marruecos del nuevo convenio,
las más controvertidas son los incrementos de cuotas de frutas y
verduras que ese país podrá vender con un trato ventajoso a la UE,
sobre todo en el caso del tomate, lo que ha preocupado al sector
agrario español.
El acuerdo aumenta los cupos de tomate marroquí que entra a los
países comunitarios con arancel bajo, entre octubre y mayo y que
ahora está en 233.000 toneladas anuales, de manera que empiecen
subiendo a 254.000 toneladas, para llegar a 285.000 toneladas,
progresivamente.
En el nuevo convenio, los contingentes máximos serán los
siguientes: 253.000 toneladas en la primera campaña, tras su entrada
en vigor; 261.000 toneladas en la segunda; 269.000 toneladas en la
tercera; 277.000 toneladas en la cuarta; y 285.000 en la quinta.
Los precios de entrada para el tomate marroquí enviado a la UE se
mantendrán como en la actualidad.
En varios productos hortofrutícolas, las cuotas de importaciones
de Marruecos aumentaron pero se mantuvieron los calendarios para los
más problemáticos: los tomates, las fresas, los calabacines, los
pepinos, el ajo y las clementinas.
Los exportadores españoles han rechazado el acuerdo, porque temen
que inunde el mercado con tomate y otros productos marroquíes a bajo
precio, en competencia con los de zonas como Almería, Canarias,
Murcia ó Valencia.
En general, la UE abrirá por completo su mercado de inmediato el
55% de los envíos marroquíes; la mejora en las cesiones
hortofrutícolas supone un 80 de las importaciones de ese país a los
27.
En contrapartida, Rabat abrirá su mercado inmediatamente al 45%
de las importaciones agrarias procedentes de la UE y tras un período
transitorio, el valor del comercio totalmente liberalizado pasará al
61% en cinco años y al 70% en diez.
El acuerdo ofrece ventajas para los europeos sobre todo en
productos transformados, pues en diez años Rabat liberalizará las
importaciones, salvo en el caso de las pastas, las almendras dulces
y el concentrado de tomate; en estos casos, habrá mejoras en las
cuotas para los europeos.
Quedará también completamente abierto el acceso a Marruecos de la
mayoría de productos lácteos comunitarios, oleaginosas y cereales.
En pesca, se liberalizará el 91% del comercio de productos
transformados de la UE en cinco años y el 100% en diez años.