Las 25 lonjas que se reparten por toda la costa de la comunidad autónoma comercializaron a lo largo del ejercicio 2009 un total de 57.464,28 toneladas de pescado.
La aportación de la pesca a la economía andaluza, en unos tiempos
marcados por un mercado abierto y global, la posibilidad de la entrada
de productos de terceros países y la contención de los precios, sigue
siendo incuestionable. Las 25 lonjas que se reparten por toda la costa
de la comunidad autónoma comercializaron a lo largo del ejercicio 2009
un total de 57.464,28 toneladas de pescado. Un volumen de producción
que se tradujo en una facturación de 151,3 millones de euros para un
sector que mantiene en la región más de 17.500 puestos de trabajo.
Estos datos, recogidos por el recién publicado Análisis Socioeconómico
de la Pesca en Andalucía, presentado en la III Feria Andaluza del Mar
(FAMAR), en Isla Cristina, y disponible en la web de la Consejería de
Agricultura y Pesca, lo sitúan como la principal fuente de riqueza de
numerosas localidades de la región, donde, en algunos casos, el Índice
de Dependencia de la actividad pesquera supera, incluso, la tasa del 20
por ciento, situación que se da en Carboneras (Almería) e Isla Cristina
(Huelva).
Cádiz y Huelva se consolidan, en este sentido, como los pilares
sobre los que descansa la mayor parte del peso de la pesca andaluza.
Los 1.004 buques pesqueros con base en sus puertos (552 y 452,
respectivamente) descargaron 36.532,83 toneladas de pescado, el 63,57
por ciento de las capturas, con un valor global de 105,8 millones de
euros, el 69,91 por ciento de la facturación de las lonjas de la
región. Las diez gaditanas movieron 22.285,97 toneladas y 58,99
millones de euros, mientras que las cuatro de las que dispone Huelva
registraron la entrada de 14.246,86 toneladas, con un precio de venta
de 46,78 millones de euros. Algo que también tiene su incidencia en el
empleo, en la medida en que ambas provincias aglutinan el 64,02 por
ciento de la población ocupada por las actividades relacionadas con el
mar, a la que se dedican 6.279 personas en la geografía gaditana y
4.957 en tierras onubenses.
Málaga, por su parte, representa el 19,22 por ciento de los puestos
de trabajo generados por la pesca. Un total de 3.373 familias viven, de
forma directa o indirecta, de este sector en los puertos de Caleta de
Vélez (Vélez-Málaga), Estepona, Fuengirola, Málaga capital y Marbella,
en cuyas lonjas, a lo largo de 2009, se subastaron las 11.219,97
toneladas de pescado capturadas por sus 288 embarcaciones, el 19,52 por
ciento de la producción andaluza. Menos peso tiene la actividad
malagueña en cuanto al valor de la comercialización, un capítulo en el
que su aportación a la región cae al 19,52 por ciento. Una tasa que, no
obstante, supone un volumen de negocio de 20,34 millones de euros.
No muy lejos se coloca Almería, cuya flota, compuesta por 277 buques,
donde las labores extractivas y las actividades conexas ocuparon a
2.639 personas --el 15,04 por ciento del empleo que genera el sector en
toda la comunidad--. La producción descargada en Adra, Almería,
Carboneras, Garrucha y Roquetas de Mar ascendió a 6.913,29 toneladas
(el 12,03 por ciento la descargada en toda la región) que fueron
lanzadas al mercado por un importe de 19,33 millones de euros --el
12,78 por ciento del valor de las capturas andaluzas--.
Las principales especies
La gamba blanca onubense, la sardina malagueña, el boquerón
gaditano, la chirla del Golfo de Cádiz, la merluza y la caballa del sur
fueron en 2009 las especies más capturadas por los buques que faenan en
las aguas andaluzas, que llegaron al mercado bajo el distintivo de
calidad de su origen como sello de garantía para el consumidor. La
primera copó gran parte de las descargas en las lonjas de Ayamonte
(50,2 por ciento), Huelva (33 por ciento) e Isla Cristina (20,4 por
ciento), sin olvidar su presencia en Sanlúcar de Barrameda (17,5 por
ciento). Mientras, la segunda acaparó más del 50 por ciento de la
actividad en los puertos de Málaga (57,6 por ciento) y Marbella (55,7
por ciento) y más de un tercio de la producción de Estepona ( 41 por
ciento), Caleta de Vélez (38,10 por ciento) y Fuengirola (31,3 por
ciento). En Punta Umbría (Huelva) también supuso el 51 por ciento de la
producción; y en Adra (Almería), el 18,6 por ciento.
El boquerón volvió a tener reservado un lugar preponderante en las
lonjas de Barbate y Bonanza (Sanlúcar de Barrameda), en las que
absorbió el 25 y 20,8 por ciento del esfuerzo pesquero. En ese último
puerto, además, destacó también la entrada de chirla (16,3 por ciento),
al igual que en Punta Umbría (27,6 por ciento) e Isla Cristina (17,3
por ciento). La merluza, por su parte, representó el 51 por ciento de
las capturas comercializadas en Cádiz y la caballa adquirió
protagonismo en El Puerto de Santa María (46,8 por ciento), Almería
(30,9 por ciento) y Motril (24,2 por ciento). Y ya con un menor peso a
nivel regional, el besugo de la pinta o voraz lideró la producción en
Tarifa (51,4 por ciento); la acedía, en Chipiona (30,8 por ciento); y
el jurel, en Algeciras (39,1 por ciento).
Una flota eminentemente artesanal
Los esfuerzos de Andalucía por compatibilizar la actividad pesquera
con la conservación de los recursos marinos quedan patentes en la
creciente presencia de embarcaciones artesanales en las aguas de la
comunidad autónoma. En la actualidad, 621 de los 1.607 buques que
componen la flota regional, casi un 40 por ciento de la misma, se
adscriben a la modalidad de artes menores, una cantidad a la que hay
que añadir el conjunto de embarcaciones auxiliares que desarrollan su
labor en torno a las cuatro almadrabas instaladas en nuestro litoral.
Estos barcos que encarnan, más que ninguna otra modalidad, la
posibilidad de una pesca sostenible que genere riqueza al mismo tiempo
que vela por la protección de los caladeros, cerraron el ejercicio 2009
con una bolsa de capturas de 5.696,54 toneladas y un rendimiento
económico de 29,03 millones de euros, un capital que representa el
19,19 por ciento del saldo obtenido por toda la flota pesquera
andaluza. Y ello, pese a que la producción de las embarcaciones
artesanales sólo supuso el 9,91 por ciento del pescado descargado en
las 25 lonjas de la comunidad autónoma.
Tarifa ocupa en este apartado la posición de liderazgo. Las 826,03
toneladas de pescado extraído por sus buques de artes menores y su
almadraba generó una facturación de 6,68 millones de euros. Le siguen,
aunque a una importante distancia, Conil (701,43 toneladas y 3,74
millones de euros), Isla Cristina (609,27 toneladas y 2,39 millones de
euros) o Barbate (636,42 toneladas y 1,92 millones de euros). Con un
menor volumen de capturas se encuentran Chipiona (314,03 toneladas) y
Algeciras (289,44 toneladas), algo que, en cambio, no les impide
situarse en la cabeza en cuanto al valor de venta, con 2,29 y 2,73
millones de euros de manera respectiva.
Isla Cristina, la abanderada de la pesca andaluza
Si hay un municipio que enarbola la bandera de la pesca andaluza ése
es el de Isla Cristina (Huelva), cuyo puerto movió en 2009 un volumen
de 6.108,13 toneladas de pescado --el 10, 63 por ciento de la
producción andaluza--, cifra sólo superada en toda la comunidad por la
lonja de Cádiz. Pero no es éste el apartado en el que más sobresale la
localidad onubense, que asciende hasta la primera posición en la escala
regional en el capítulo del valor de las ventas de las capturas, donde,
con un balance de 21,64 millones de euros, representa el 14,30 por
ciento del montante facturado por las 25 lonjas de la comunidad
autónoma. Así, el kilogramo de pescado descargado en el puerto isleño
alcanzó un precio medio de 3,54 euros.
La modalidad con mayor peso en Isla Cristina, que cuenta con 157
embarcaciones, fue la de arrastre de fondo, cuyo medio centenar de
buques acaparó el 49,59 por ciento de la producción isleña y el 62,26
por ciento de su volumen de negocio, así como el 14,72 por ciento de
las capturas de los arrastreros andaluces y el 18,27 por ciento del
precio de las mismas. Los resultados del resto de la flota también se
sitúan por encima de la media de la región, en especial la de draga
hidráulica. Sus descargas representan un tercio de la producción y del
valor total del pescado recogido con esta arte de pesca.
La especie que preside la producción de Isla Cristina y que, en
consecuencia, actuó, un año más, como rasgo de diferenciación y
baluarte de la cultura gastronómica de la localidad onubense fue la
gamba blanca, que abarcó el 20,4 por ciento del total del pescado que
se comercializó en su lonja. No menos importante fue la presencia de la
chirla del Golfo de Cádiz (el 17,3 por ciento de las capturas), seguida
por la sardina (13,2 por ciento), la melva (5,6 por ciento), la merluza
(5,1 por ciento), o el pulpo (4,8 por ciento). Las dos primeras
lideraron también el aspecto económico. Y es que la gamba blanca y la
chirla propiciaron la entrada de 6,47 y 3,94 millones de euros de
manera respectiva en las arcas de la pesca de Isla Cristina.