Medio Ambiente cierra la campaña 2010 con 273 nuevos ejemplares procedentes de los cuatro nidos instalados este verano.
Casi 900 ejemplares de tortuga boba han nacido ya en el parque
natural Cabo de Gata-Níjar desde que se puso en marcha en 2007 el
programa para restaurar la anidación de esta especie en las playas
almerienses. Esta iniciativa responde al acuerdo suscrito entre la
Consejería de Medio Ambiente y la Estación Biológica de Doñana
(EBD-CSIC).
Según el balance realizado por los técnicos de la
Consejería de Medio Ambiente, el éxito de eclosión de los huevos que se
han incubado en el parque natural Cabo de Gata-Níjar se ha situado en
torno al 88%, una cifra que se encuentra incluso por encima de los
resultados que se obtienen en Cabo Verde, lugar de procedencia de los
huevos de tortuga que se han implantado en los últimos cuatro años en
este espacio protegido del litoral andaluz.
Las crías de tortuga
boba que han nacido este verano, un total de 273 ejemplares, han sido
transportadas ya al Centro de Gestión del Medio Marino Andaluz de
Algeciras, para su desarrollo en cautividad durante su primer año de
vida.
El pasado mes de julio, un avión transportó un total de
420 huevos desde Cabo Verde hasta España, de los que 100 se depositaron
en incubadoras de la Estación Biológica de Doñana, en Sevilla, y el
resto, 320, fueron instalados en cuatro nidos de las playas de Cabo de
Gata.
Idoneidad de las playas
El
programa de restauración de la anidación de la tortuga boba en estas
playas protegidas de la provincia de Almería persigue que esta especie
-catalogada como en peligro de extinción en el Libro Rojo de los
Vertebrados Amenazados de Andalucía- nidifique de forma permanente en
la costa peninsular española. De hecho, sus playas fueron calificadas
como las más idóneas en el trabajo de prospectiva inicial de este
programa, lo cual confirma la alta calidad ambiental de este tramo del
ecosistema litoral andaluz.
El caparazón de esta especie puede
llegar a alcanzar más de un metro de longitud y su hábitat se
distribuye en aguas tropicales y subtropicales de todos los océanos. A
lo largo de su vida realiza grandes migraciones en las que recorre de
una a otra costa el Atlántico y el Mediterráneo, retornando año tras
año a las mismas áreas de alimentación tras las migraciones
reproductoras.
Las tortugas que han nacido en las playas
almerienses han sido enviadas al Centro de Gestión del Medio Marino de
Algeciras, donde permanecerán un año aproximadamente. De esta manera se
logra que los ejemplares alcancen un tamaño adecuado y endurezcan su
caparazón, con lo que se garantiza una mayor tasa de supervivencia ante
sus predadores naturales.
El objetivo que se persigue es que las
tortugas vuelvan a este mismo entorno para desovar cuando alcancen la
madurez sexual, dentro de 15 ó 20 años, con lo que se contribuye a
fijar en la costa almeriense una población estable de esta especie
amenazada.
Coincidiendo con la traslocación de huevos y las
liberaciones de ejemplares jóvenes, la Consejería de Medio Ambiente ha
desarrollado y financiado diversos programas de educación y
voluntariado ambiental dirigidos a informar y sensibilizar sobre los
problemas de supervivencia a los que se enfrenta la especie. Estas
iniciativas van destinadas tanto a las poblaciones rurales de playas
donantes de huevos de Cabo Verde como a la población local y turística
de las playas receptoras del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar.