Los ministros de Pesca de la Unión Europea (UE), entre ellos la española Rosa Aguilar, rechazaron una propuesta de Bruselas para reducir un 50% las capturas de atún rojo del océano Atlántico oriental y del mar Mediterráneo, informaron fuentes comunitarias.
Los países se opusieron, de forma mayoritaria, al anuncio de la
comisaria europea de Pesca, María Damanaki, que planteó rebajar a la
mitad las cuotas de atún rojo en 2011, con el objetivo de garantizar la
supervivencia de la especie.
Francia fue el país más tajante
contra ese recorte, apoyado por Italia, España y siete estados más,
entre los que figuran otros mediterráneos -Chipre, Malta, Grecia- y
Portugal; solamente apoyaron a la Comisión Europea (CE) el Reino Unido
y Suecia.
Los ministros, encabezados por el francés Bruno Le
Maire, afirmaron que los informes científicos demuestran que el recurso
se está recuperando y que no hay razón para decidir una rebaja de las
capturas.
La titular española de Medio Ambiente y Medio Rural y
Marino, Rosa Aguilar, suscribió la posición francesa pero mostró un
tono menos rotundo y apostó sobre todo por continuar los planes
actuales de recuperación, según las fuentes.
Aguilar también hizo
referencia a los problemas que tienen otras especies, como el pez
espada ó varios tipos de tiburones, por lo que abogó por medidas para
protegerlas.
La CE dio a conocer las propuestas que llevará a la
reunión de la Comisión para la Conservación del Atún Atlántico (CICAA ó
ICCAT, en inglés), en noviembre en París y que decidirá acerca de las
capturas y las restricciones del atún rojo para el año próximo.
España es el país europeo que más cuota tiene, con un cupo de 2.526 toneladas para 2010 (la UE tiene 7.104 toneladas).
En
concreto, Damanaki propuso situar las capturas mundiales de atún rojo
en 6.500 toneladas, mientras que este año el contingente es de 13.500
toneladas.
La CE planteó también establecer "santuarios" donde se produce el desove de atún rojo, en los que se prohíba la pesca.
Tras
el rechazo de los países a las intenciones de la comisaria,
especialmente unánime entre los que extraen el atún rojo, la CE se
encuentra en una postura difícil pues normalmente es la encargada de
negociar en el ICCAT en nombre de la UE y la falta de respaldo quita
legitimidad a las actuaciones de Bruselas.
Precisamente, un grupo
numeroso de ministros, entre ellos la española, pidieron a la CE,
en otro contexto, que no se exceda en sus poderes cuando habla en
nombre de la UE.
En concreto, criticaron la actuación de los
representantes de la CE cuando se negoció una bajada de cuotas de
gambas en las aguas del Atlántico Norte, gestionadas por la
organización NAFO (siglas en inglés).
Por su parte, una decena de
activistas de Greenpeace se manifestaron frente al Consejo de la UE
para pedir el cierre de la pesquería del atún.
El Consejo no discutirá finalmente sobre el plan para cambiar la gestión de la anchoa en el Golfo de Vizcaya.
Por
otro lado, la CE informó a los ministros sobre las negociaciones con
Noruega acerca de los caladeros que explotan conjuntamente con la flota
comunitaria.
Noruega ha ofrecido intercambiar cuotas de bacalao
por cupos de otras especies que le ofrecería la UE, lo que han
criticado muchos países, como España, porque no lo ven equilibrado.