Acesur (propietaria de marcas como "La Española", "Coosur" o "Coosol") está presentes en unas 70 naciones.
El director general del Grupo Acesur, Gonzalo Guillén, ha asegurado que
cerrarán 2010 con un aumento del 17 ó 18 por ciento de la facturación
internacional, mientras que mantendrán las ventas en España, pese al
problema que supone la crisis económica y la guerra de precios de la
gran distribución.
Así lo ha explicado en declaraciones a los
medios tras participar en Madrid en la V Jornadas Profesionales del
Aceite de Oliva Español organizadas por la revista especializada
"Alcuza".
Ha detallado que el 30 por ciento de la facturación
actual del grupo -350 millones de euros-, depende ya del mercado
internacional (el 20% en el caso del mercado asiático).
El
director general de Acesur (propietaria de marcas como "La Española",
"Coosur" o "Coosol"), ha recordado que están presentes en unas 70
naciones, pero que el mayor crecimiento de sus ventas se produce en
Japón, China, Corea, países del norte y del Este de Europa, como Rusia,
y que disponen de oficinas comerciales en Siria, Líbano y EE.UU, entre
otras y una almazara en Siria.
Ha destacado que Acesur (Dos
Hermanas, Sevilla), es el tercer grupo envasador de España con una
cuota del 12 por ciento en aceites envasados y del 18 por ciento en
aceites envasados para la exportación, y alcanza una facturación de
unos 350 millones de euros, aunque variable en función del coste de la
materia prima.
Ha resaltado que disponen de siete plantas
industriales en todos los ámbitos de la cadena de valor del aceite de
oliva y de semillas, con almazaras, gestión de residuos y de biomasa,
cogeneración, envasado, refinería y extracción de semillas y orujo.
Ha puntualizado que la división de energía de la compañía ("Enersur")
se nutre, a su vez, de tres plantas en La Roda, Baeza y Mengíbar para
gestionar biomasa, seis plantas de cogeneración que suman 100
megawatios de producción, y una de biodiesel.
La compañía
cultiva 1.000 hectáreas de olivar y 150.000 hectáreas de girasol, con
contratos con los agricultores, y cuenta con dos almazaras (en España y
Siria, respectivamente), que molturan 45 millones de aceitunas al año.
Ha recordado que la división de aceites y salsas aporta el 40 por
ciento del volumen de negocio de la compañía, a partir del trabajo de
las factorías de envasado de Sevilla, enfocada a la exportación, y
Vilches (Jaén), para el mercado nacional.
Respecto a la alianza
de Acesur con la cooperativa jiennense de segundo grado Jaencoop (7.000
socios olivareros, 35.000 hectáreas y 40.000 toneladas de producción),
ha recordado que esta última mantiene una participación del 5 por
ciento en la sevillana y está presente en su Consejo de Administración.
Ha matizado que mantendrán el "estatus actual todo el tiempo que sea
necesario" y que "estamos contentos ambas partes" de esta "relación
estable", pero que "no es previsible" que se produzca un aumento de
esta participación.
Entre las debilidades del sector del aceite
de oliva, Gonzalo Guillén, ha comentado la falta de unión entre
producción e industria, la "hipercompetencia" y excesiva capacidad de
envasado, una regulación legal excesiva, que limita la innovación y
nuevos productos ligados a efectos saludables, el excesivo poder de la
marca blanca y la producción creciente.
En su opinión, la
excesiva cuota de mercado de la marca blanca, junto a la venta a
pérdidas o por debajo de coste y la oferta de precios
"desproporcionados" en los lineales de la gran distribución provoca la
disminución de las inversiones en I+D+i, y perjudica la mejora de la
calidad, el lanzamiento de productos o marcas, la publicidad y el
márketing.
Ha advertido sobre las dificultades que supondrá en
el futuro vender el aceite de oliva porque la producción aumenta a
mayor ritmo que la demanda, por lo que ha defendido que el sector
aporte a la interprofesional mucho más de los 6 euros/tonelada actuales
para hacer "promociones importantes" que consigan mejorar las ventas.
Para Guillén "habría que poner hasta 60 euros/tm" para emprender
iniciativas de promoción similares a Café de Colombia o whisky escocés
que contribuyan a aumentar ostensiblemente la comercialización
internacional.
A pesar de todo, el directivo se ha mostrado
optimista sobre el futuro del sector y considera que éste debe afrontar
la mejora de los costes industriales y de producción, apostar por
marcas para generar valor añadido, desarrollar productos innovadores e
integrar la oferta tanto por parte de la industria como de los
productores.