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Los pescadores de Málaga vuelven a faenar a partir de esta noche tras varios días en los que la flota ha permanecido amarrada en defensa de la conservación del pescado en agua y hielo, en lugar de sólo en hielo como establecen las normas comunitarias, aunque dudan si los mayoristas comprarán sus capturas.

Así lo ha asegurado el vicepresidente de la Federación Andaluza de Cofradías de Pescadores y patrón mayor de Fuengirola (Málaga), Juan Antonio Haro, quien ha anunciado que la decisión se ha tomado tras una reunión mantenida ayer en Sevilla con la dirección general de Pesca dependiente de la Junta de Andalucía.

En este encuentro, según Haro, la dirección general de Pesca ha insistido en la aplicación de la normativa vigente en la Unión Europea que establece la conservación del pescado sólo en hielo, a lo que los pescadores responderán saliendo a la mar a partir de esta noche.

Asimismo, continuarán con la petición de un informe científico que demuestre que el pescado se conserva mejor en hielo y agua en lugar de sólo en hielo a los institutos andaluces de la alimentación y del frío.

Según Haro, a bordo de las embarcaciones cumplirán las normas de sacrificio y mantenimiento en hielo y agua y en el desembarque usarán sólo hielo para conservar las capturas, que no saben si serán compradas por los mayoristas, ya que creen que las procedentes de otras provincias se siguen transportado en hielo y agua.

Ante el cierre hoy de la nave de pescados de Mercamálaga anunciado ayer por la Asociación de Mayoristas de Pescado de Mercamálaga (Ampesme), Haro ha declarado que los pescadores "buscarán otros destinos y lonjas" donde vender sus capturas.

La flota de la provincia de Málaga, de ochocientos barcos y ocho mil trabajadores, ha permanecido amarrada desde el martes, aunque el paro se inició el jueves en el Puerto de Caleta, en Vélez-Málaga (Málaga), donde los pescadores tiraron 5.000 kilos de pescado y cortaron temporalmente la antigua carretera N-340 en protesta.